BRASILIA (AFP) - Tras un 2008 de excelentes resultados, la crisis internacional arrojó un jarro de agua fría a las proyecciones de la Confederación Nacional de la Industria (CNI) brasileña, que el martes presentó un panorama pesimista para 2009, marcado por la desaceleración del crecimiento.
La CNI prevé para 2008 un crecimiento de 1,8% del producto interno bruto (PIB) industrial, tras la expansión de 6% prevista para este año. También el PIB general del país deberá caer a la mitad: del 5,7% previsto para este año, a 2,4% el próximo.
Los industriales proyectan una reducción a la mitad del crecimiento del consumo de las familias, de 6,1% a 3%, y todavía más radical en la formación bruta de capital fijo (inversión productiva) de 14,4% a 3%.
Por eso "ya no estaremos generando más de dos millones de empleos formales por año, como ahora", destacó el presidente de la CNI, Armando Monteiro Neto, en rueda de prensa.
Brasil estaba registrando un "franco proceso de crecimiento, bastante intenso, que se estaba intensificando y que fue liderado por el sector industrial", dijo el economista de la CNI Flavio Castelo Branco.
"Ese ritmo era impulsado por el crecimiento de la renta y el empleo (que otorgaban mayor capacidad de consumo a las familias) y la fuerte expansión del crédito y la inversión", continuó.
Con la crisis internacional, sin embargo, "se revierte el cuadro de una manera bastante brusca".
Uno de los principales sectores de la economía afectados es el comercio externo, con una sensible reducción de las exportaciones, de 198.000 millones de dólares en 2008 a 170.000 previstos el próximo, y aun del saldo comercial, de 24.000 millones este año, a 15.000 en 2009, según los industriales.
La contracción del crecimiento ya debe comenzar en este último trimestre del año, cuando los industriales prevén un PIB negativo de 1,5% respecto a los tres meses anteriores.
Los industriales consideraron que el papel del Estado será crítico para amortiguar los impactos de la crisis, y por eso reclaman al gobierno que restablezca condiciones de crédito y que reduzca sensiblemente las elevadas tasas de interés para mantener la demanda, además de mantener la inversión en infraestructura.
"Si el cuadro (de crisis) se agrava en el escenario externo y no hay reacción del gobierno, hasta imaginamos que podemos tener un resultado peor" que el proyectado para la economía, dijo el presidente de la CNI.
La pasada semana el ministro de Hacienda, Guido Mántega, reconoció que la economía brasileña sufrirá una "desaceleración" en este último trimestre, por culpa de la crisis, aunque descartó que Brasil entre en recesión en 2009.
Brasil atravesaba un período de excelente desempeño económico, y en el tercer trimestre el PIB avanzó 6,8% (sobre 2007), pero las primeras señales de que la crisis afectará a la economía productiva ya comenzaron a aflorar, y la producción industrial de octubre se contrajo 1,7% respecto a setiembre.
El gobierno ya lanzó un primer paquete de exoneraciones fiscales y facilitación de crédito la pasada semana.
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