El País, 15/09/2008
Lehman Brothers, cuarto banco de inversión de Estados Unidos, ve su futuro cada vez más complicado. Las autoridades económicas y los dirigentes de los principales bancos del país se encuentran inmersos en la tercera jornada de negociaciones para intentar salvarlo. Sin embargo, las dos entidades que en un principio se perfilaban como posibles compradores, Bank of America y el grupo británico Barclays, se han retirado de la puja.
El atractivo de Lehman para un posible comprador consiste en sus 42.000 millones de dólares de liquidez y el hecho de que es el primer colocador de bonos del mundo. Sin embargo, sus inversiones inmobiliarias - 50.000 millones de activos - suponen un aspecto muy negativo, por la depreciación del mercado inmobiliario.
Washington, con el secretario del Tesoro, Henry Paulson al frente, exige una solución que no implique la intervención financiera del Estado, que ya la semana pasada tuvo que acudir al rescate de las entidades hipotecarias semipúblicas Fannie Mae y Freddie Mac y en marzo asistió a Bear Stearns tras su colapso. Sin apoyo del Estado nadie quiere comprar Lehman Brothers, ya que exigiría una inyección de capital. Esta resistencia del Gobierno estadounidense a contribuir en la financiación de la compra ha llevado a Bank of America a cambiar su objetivo.
Bank of America se centra en Merrill Lynch
En lugar de intentar hacerse con Lehman Brothers, Bank of América ha acordado la compra de Merrill Lynch, una entidad mucho mayor y de la que también se ha dicho que pasa por serias dificultades, por unos 44.000 millones de dólares (más de 31.000 millones de euros). De esta forma también protege a Merrill Lynch ante el previsible colapso de Lehman.
La iniciativa de Bank of America llega al rescate de los temores de los inversores, que creen que Merrill Lynch podría ser la siguiente ficha en caer tras los problemas de Lehman, que podría declararse en quiebra esta misma noche después de que el grupo británico Barclays también renunciara a adquirirlo. Los títulos de Merrill Lynch, que cerraron el viernes a 17,05 en la Bolsa de Nueva York, podrían pasar a valer entre 25 y 30 dólares tras este acuerdo de fusión.
Ante las dificultades en las negociaciones, Lehman Brothers se prepara para lo peor y ha contratado ya al despacho de abogados Weil, Gotshal & Manges, especializado en suspensiones de pagos, informan Sandro Pozzi e Íñigo de Barrón. Si finalmente se optara por esta opción, un tribunal tendrá que elegir a las entidades que liquidarían el banco.
Miedo al derrumbe bursátil
Una de las opciones que se manejan pasa por que Lehman, que esta semana ha perdido más del 74% de su valor en Bolsa, se declare en quiebra. Dado que esta entidad de inversión, institución que cuenta con 158 de antigüedad, mantiene negocios con varias de las principales entidades financieras que cotizan en Wall Street, su derrumbe podría tener efectos en todo el sistema bancario. Los inversores ya han advertido de un posible desplome de los mercados si para la apertura de Wall Street este lunes no se ha logrado una solución.
Pero hay más opciones, como separar las acciones que han castigado a la compañía de tal manera que pudieran ser participadas por los bancos de la competencia. Cualquiera de las opciones en cualquier caso empañará la reputación del director general de Lehman, Dick Fuld, que se ha mantenido firme en la idea de que el banco puede sobrevivir como una entidad independiente y que es culpable, para muchos, de haber sido demasiado lento en darse cuenta la gravedad de la crisis que enfrenta la firma.
Ante la seriedad de la situación, la Reserva Federal de EE UU ha anunciado esta madrugada en un comunicado una serie de medidas adicionales para apoyar al sistema financiero, entre las que se encuentran la expansión de sus mecanismos de préstamo y la aceptación de un abanico más amplio de garantías como aval para esos créditos.
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