Portafolio /AFP, 21/07/2008
Críticos del Gobierno señalan que el país está a punto de entrar en una crisis mayor, mientras los oficialistas dicen que los factores externos tienen la culpa.
Hasta mayo, Chile acumulaba una expansión de 3,3 por ciento, con un esperado ligero incremento hacia fines de año, para cerrar el 2008 con un crecimiento en torno al 4,2 por ciento, el menor de los últimos cinco años.
La nueva proyección, informada el martes anterior por el Ministerio de Hacienda, rebaja en más de un punto una anterior estimación de septiembre del 2007, cuando se proyectó para el 2008 un crecimiento de 5,3 por ciento.
La cifra se compara desfavorablemente, además, con el PIB del 2007, que alcanzó el 5,1 por ciento.
Se abre discusión
El debate sobre si la economía chilena está a las puertas de una crisis coyuntural o si se trata de problemas estructurales que le impiden incrementar sus niveles de crecimiento, se ha azuzado por la proximidad de las elecciones municipales de noviembre próximo, que se consideran clave para definir a los candidatos para los comicios presidenciales del 2009.
La oposición de derecha ha liderado los reclamos en contra del Gobierno, anunciando incluso una posible interpelación al ministro de Hacienda, Andrés Velasco, por su manejo de la economía.
"La economía chilena atraviesa una grave crisis", dijo el diputado derechista Gonzalo Arenas. "El ministro de Hacienda puede que no esté en crisis, pero la clase media y los más pobres si lo están", agregó.
Pero para el Gobierno la situación está lejos de ser una crisis, y acusa factores externos para explicar el alza de los precios domésticos.
Chile es un importador neto de petróleo, por lo que está fuertemente influido por los vaivenes internacionales de su precio. También importa una gran cantidad de alimentos.
"No estamos en crisis. En Chile sigue habiendo creación de empleo, sigue habiendo muy buenas tasas de inversión, las más altas en dos décadas", replicó Velasco.
Para los analistas la situación no puede calificarse de crisis, aunque sí de delicada. "No diría que estamos en una situación de crisis, aunque este año sí tendremos un crecimiento mediocre", dijo el economista Guillermo Pattilo.
Con un superávit fiscal de más de 21.000 millones de dólares en los dos últimos dos años, el gobierno chileno enfrenta el dilema de ceder a crecientes demandas sociales o mantener a raya el gasto público para no incrementar la inflación.
Para el 2008, se había proyectado un aumento en el gasto fiscal de 8,9 por ciento, que ahora se redujo a 6,8 por ciento. En septiembre, el Gobierno debe enviar el proyecto de Presupuesto de la Nación para 2009.
Inflación galopante
Además de ajustar las proyecciones de crecimiento, el Ministerio de Hacienda revisó sus estimaciones de inflación para el 2008 a 6,7 por ciento, muy superior al objetivo de 3 por ciento establecido por el Banco Central.
La inflación comenzó a incrementarse en Chile a mediados del año pasado y hoy alcanza 9,5 por ciento anual, el más alto registro en 16 años.
Como consecuencia de esto, el Banco Central subió en los últimos dos meses en un punto la tasa rectora de la economía, para situarla en 7,25 por ciento, el nivel más alto de la última década en la economía del país austral.
Santiago de Chile, con AFP.
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