El Mercurio, 15/07/2008
El reparto millonario de subsidios, la inflación y los coletazos del paro del campo complican la situación fiscal.
VALENTINA ÁLVAREZ, Corresponsal
BUENOS AIRES.– "Si se suspenden las retenciones (alzas de impuestos a las exportaciones de granos), ¿con qué vamos a pagar la salud, los hospitales, las obligaciones externas de los argentinos? ¿Creen que vivimos en un paraíso fiscal? Si estamos juntando monedita tras monedita para poder sacar a este país del infierno en el que estuvo", aseguró hace poco el ex Mandatario Néstor Kirchner en su calidad de líder del oficialista Partido Justicialista y principal asesor de su esposa, la Presidenta Cristina Fernández.
Muchos se sorprendieron de que Kirchner, a quien los analistas locales consideran el verdadero poder detrás del trono, admitiera en público que el gobierno de su esposa podría enfrentar problemas fiscales. Hasta la fecha, el Ejecutivo aseguraba que los nuevos impuestos buscaban una mejor redistribución de la riqueza para aplicarla en programas sociales, y desestimular el monocultivo de la soya.
La confesión del ex Presidente confirmó que la crisis con el campo, la inflación creciente y el modelo de subsidios con el cual el Gobierno pretende frenar la subida de precios, conspiran contra la solvencia fiscal argentina.
"Las ventas cayeron a menos de la mitad, pero en Buenos Aires esta realidad no se escucha ni forma parte de los índices oficiales", se quejan Pablo y Paula Odone, dueños de una tienda de insumos agrícolas de Campana, ubicada a 70 km de la Capital.
Los economistas hablan de expectativas negativas en relación al futuro inmediato, a pesar del creciente nivel del gasto público. El año pasado, el Ejecutivo repartió casi siete mil millones de dólares en subsidios para frenar el aumento de precios de la energía, de los transportes y de algunos alimentos; pero según un estudio de la consultora Ecolatina, en 2008 ese monto podría duplicarse. Según la consultora, el modelo de subsidios entronizado por los Kirchner es tan oneroso que consumirá casi todo lo que el Gobierno espera recaudar por retenciones a las exportaciones este año, e incluso superan en 50% a todo el gasto en salarios del sector público nacional.
A pesar de los esfuerzos oficiales, la inflación rondará el 30% anual este año, según estiman la mayoría de las consultoras económicas privadas. El Gobierno —que ha hecho polémicas modificaciones a la medición oficial— asegura que la inflación es menos de la mitad de lo que dicen las mediciones independientes.
"Al gobierno se les están terminando las fuentes de financiación, por eso necesita aplicar esos abusivos aumentos de impuestos al campo, y después sólo les queda (Hugo) Chávez, que es su prestamista de última instancia", asegura Ricardo Buryaile, vicepresidente de las Confederaciones Rurales Argentinas.
El conflicto entre el agro y el oficialismo tendrá hoy una nueva prueba con marchas y actos casi simultáneos en Buenos Aires (apenas una hora y media de diferencia y 5 kms de distancia), lo que genera tensión y expectativa entre los diferentes sectores.
Mañana, el Senado debate la polémica ley sobre las retenciones, que ya fue sancionada por los diputados. El matrimonio Kirchner ha dado la batalla para que el Senado la apruebe definitivamente porque está contra el tiempo.
Fuentes del sector energético local confirman que el Gobierno no contaría con la liquidez necesaria para pagar las importaciones de combustible líquido que, a falta de gas, posibilita el funcionamiento del sistema eléctrico.
Según estimaciones extraoficiales publicadas en la prensa local (el Gobierno no informa en detalle sobre el tema), la importación de gasoil, fueloil y electricidad desde Brasil le ocasionan al Estado una pérdida semanal superior a los US$ 320 millones. Eso porque con los precios controlados de la electricidad y los combustibles, éstos se terminan vendiendo por debajo de su precio de costo. "La acumulación de deudas por la compra de energía ha llevado al Tesoro a atrasarse en el pago de sus obligaciones", confirma un alto ejecutivo del sector.
Industria automotriz
Aunque todavía es temprano para saber cómo la reciente crisis entre el Ejecutivo y el campo afectó a la economía, ya se conocen indicadores significativos. La pujante industria automotriz, que venía creciendo a una tasa de casi 30% anual, creció sólo 7% el mes pasado en comparación con el mismo mes de 2007.
Cifras oficiales claves de la economía se conocerán esta semana, como las de la producción industrial.
"La combinación de consumo alicaído, elevada tasa de inflación y menor liquidez llevará a un bajo crecimiento en el segundo semestre", predicen en Ecolatina, en coincidencia con lo que afirman diversos analistas, que describen un escenario probable de desaceleración económica con inflación para el corto plazo.
Las cifras
Caída de la recaudación fiscal: en junio, el Tesoro obtuvo 28,6% menos que en mayo por retenciones a las exportaciones. También cayeron los ingresos por IVA y del impuesto al cheque. Los ingresos fiscales fueron de US$ 41.981,43 millones, con un alza del 38,2% el primer semestre de 2008. El incremento es por la inflación y crecimiento. Pero en junio cayeron los ingresos por IVA que aportó US$ 2.189 millones, unos US$ 26 millones menos que en mayo.
Deuda: Argentina tiene que pagar 6.500 millones de dólares en 2008, y 14.600 millones en 2009.
>> La fórmula argentina
El subsecretario de EE.UU. para América latina consultó al presidente del Banco Central, Martín Redrado, cómo frenó el nerviosismo por la fuga de divisas y depósitos tras el paro del campo que significó perder US$ 3.000 millones de las reservas. No se conoce la respuesta de Redrado, pero se dice que éste inundó de dólares el mercado hasta bajarlo. Carlos Fernández, ministro de Economía, le dijo que cuentan "con más de US$ 50.000 millones" de reservas, y por eso están tranquilos.
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