12 marzo 2009

Argentina esconde impacto de crisis en el empleo - Reuters

BUENOS AIRES (Reuters) 10/03/2009  - Argentina oculta un aumento en el desempleo retocando los números de las estadísticas oficiales, mientras el Gobierno presiona a las compañías para que conserven a los trabajadores pese a la caída de la demanda ante la recesión global.

Mientras el desempleo aumentó en gran parte del resto del mundo, la administración de la presidenta Cristina Fernández insiste que en el último cuatrimestre del año pasado se crearon puestos de trabajo.

Para el experto en mercado laboral Ernesto Kritz, de SEL Consultores, esta definición es "absolutamente imposible".

"Hasta el último trimestre, las estadísticas del Gobierno sobre el mercado laboral son relativamente confiables. Este no es el caso ahora (...) Sabemos que el empleo empezó a caer durante el último trimestre de 2008", agregó.

El Gobierno dice que el desempleo bajó a 7,3 por ciento en octubre-diciembre, desde el 7,8 por ciento del cuatrimestre previo. Kritz considera que la tasa real de desempleo en Argentina oscila entre 8 y 9 por ciento y llegaría a 11 por ciento a fin de año.

El Gobierno divulgará su reporte final de desempleo del último trimestre de 2008 el próximo jueves.

El ex presidente Néstor Kirchner, un actor político con fuerte influencia en el Gobierno de su esposa y actual mandataria, exhortó a las empresas a que "no toquen un sólo empleo" mientras el Gobierno minimiza la pérdida de puestos de trabajo.

El Gobierno está concediendo beneficios impositivos a las firmas que crean puestos de trabajo y condonando impuestos impagos a empresas pequeñas que regularicen trabajadores informales.

Tras un acuerdo con el Gobierno, los fabricantes de vehículos venden autos a menor costo y con préstamos a largo plazo a cambio de créditos baratos y de suspender a trabajadores con rebajas salariales en lugar de despedirlos.

El sector automotor ha sido uno de los más beneficiados con la recuperación de la industria, alimentada por la devaluación de la moneda local en el 2002 que redujo los costos de producción.

Pero la producción de vehículos cayó un 56 por ciento el mes pasado, en comparación con el mismo mes del año previo, mientras la crisis global afecta a la demanda y amenaza con llevar al país a una recesión económica en el 2009 luego de seis años de fuerte expansión.

POCOS DESPIDOS, POR AHORA

El Gobierno se acercó a compañías de vehículos y acero que planean más despidos para convocar a una conciliación obligatoria con los sindicatos y cerrar acuerdos que permitan salvar empleos.

El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, dijo recientemente a Reuters que hay algunos despidos aislados en algunos sectores o en algunas compañías, pero agregó que cuando lee el periódico por las mañanas no se reportan despidos masivos.

Al Gobierno le gustaría mantener la situación hasta las elecciones legislativas de octubre, en las que Fernández espera mantener el control del Congreso pese a la pérdida de popularidad.

Volkswagen fue convocado recientemente para sostener conversaciones con el Gobierno luego de que se conociera que la firma estaba considerando una ola de despidos. Luego de la reunión se anunció rápidamente que, por el momento, no se necesitaría despedir empleados.

La siderúrgica Siderar acordó no despedir trabajadores luego de que el Gobierno cuestionara su decisión de suspender un plan de inversión para aumentar la producción de alrededor de 1.200 millones de dólares.

"La tendencia de Argentina de intrometerse en el sector privado lo vuelve uno de los países más vulnerables en América Latina junto con Ecuador y Venezuela", dijo Kathryn Rooney, un analista de Bulltick Capital Markets en Miami.

"Estas políticas buscan ganar puntos políticos, pero no son sustentables", agregó.

DEMASIADO OPTIMISTAS

A medida que se profundice la crisis global, será más difícil medir el desempleo en Argentina, como ya ocurre con la inflación que analistas vienen adivinando desde el 2007, cuando el mercado perdió confianza en los datos de precios al consumidor, dijo Daniel Kerner, analista de la consultora Eurasia Group.

Las estadísticas económicas oficiales son desacreditadas por el mercado, que las considera demasiado optimistas.

"Cuando la inflación comenzó a crecer, el primer esfuerzo del Gobierno fue negociar acuerdos de precios y focalizarse en productos que podrían afectar el índice de inflación", dijo Kerner.

"En algún punto, la realidad fue más elocuente que los esfuerzos del Gobierno y las cifras de inflación comenzaron a subir (...). Vamos a ver algo similar con el desempleo", completó.

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