"Somos optimistas en lograr un buen resultado con este canje", afirmó Massa el martes al brindar detalles de la operación, que según anunció involucrará fondos canjeables en manos de acreedores extranjeros por 8.400 millones de pesos (2.386 millones de dólares) y concluirá el próximo 27 de febrero.
Massa destacó que "en momentos de una profunda crisis financiera, Argentina muestra solvencia para el pago de sus deudas", al realizar el anuncio en la Casa Rosada (gobierno) junto al secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino.
Se trata de una operación de canje de títulos denominados Préstamos Garantizados (PG), emitidos por el gobierno del presidente conservador Fernando De la Rúa (1999-2001), poco antes de su caída durante una rebelión popular.
Pero la operación no involucra la regularización con los 'holdouts', bonistas que rechazaron ingresar al megacanje en 2005, que el gobierno ya anticipó pondrá en marcha cuando avizore mejores condiciones financieras a nivel internacional.
Sobre esos tenedores de bonos, Massa aseguró que en el gobierno "estamos analizando las propuestas que hemos recibido en los últimos días de fondos de inversión para aquellos que no entraron en el canje de 2005", sin brindar más precisiones.
Lorenzino informó que el canje de PG en manos de extranjeros "es una continuación del tramo iniciado en el mercado local" por unos 4.432 millones de dólares, llevado adelante a finales de enero, y que conseguió una adehsión del 99,5% de los tenedores, en su mayoría bancos y aseguradoras.
De hecho la operación a iniciarse el miércoles ofrecerá las mismas condiciones que en el tramo local, es decir que a los que adhieran al canje se les otorgará un bono en pesos con vencimiento en 2014, con el pago de una tasa de 15,4% en el primer año.
A partir del segundo año la tasa de interés se ajustará según un índice variable en base a una tasa que establece el Banco Central (BCRA), según las autoridades.
Quedarán fuera de este canje Préstamos Garantizados por unos 1.700 millones de dólares, con vencimiento posterior al 2014.
La reprogramación de vencimientos le da oxígeno al gobierno de Cristina Kirchner, en un año con comicios legislativos en el que debe afrontar compromisos por unos 20.000 millones de dólares, más otra cifra igual en 2010, según el ministerio de Economía.
Argentina declaró la mayor moratoria de la deuda contemporánea en 2001, pero cuatro años después logró una adhesión de 76,15% de bonistas para normalizar pagos por 81.800 millones de dólares, con quitas de entre 45% y 75%.
En tanto que en 2006 canceló con un sólo pago toda la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 9.500 millones de dólares.
En el marco del plan de desendeudamiento, Kirchner había anunciado en 2008 la cancelación de la deuda en mora por 6.700 millones de dólares con el Club de París, y la refinanciación con acreedores privados que no entraron al canje de 2005, pero las operaciones quedaron suspendidas al desatarse la crisis mundial.
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