En contraste, hubo acuerdo en el fortalecimiento de las regulaciones financieras y en la reforma al Fondo Monetario Internacional (FMI) .
El comité surcoreano encargado de la organización de la cumbre de jefes de Estado del grupo que empezará este jueves, dijo que los trabajos preparatorios a cargo de viceministros y los llamados "sherpas" cerraron con algunos avances, reportó Yonhap.
Sólo hubo diferencias al discutirse temas como límites al superávit de cuenta corriente, niveles sustentables de déficit y la reciente decisión de Washington de imprimir más papel moneda, informó el vocero del comité Kim Yoon-kyung.
En consecuencia, la Declaración de Seúl, que debe ser emitida al término de los trabajos este viernes, sigue pendiente, añadió.
Acotó que los viceministros y los "sherpas" -especialistas que asesoran en los temas de la cumbre- reiteraron los acuerdos de Gyeongju y señalaron que la cumbre del G-20 debe ir más allá.
En su reunión del pasado 23 de octubre en la ciudad surcoreana de Gyeongju, los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G-20 acordaron frenar las devaluaciones con fines de competitividad comercial.
También reducir los desequilibrios comerciales excesivos y mantener el superávit de cuenta corriente en niveles sostenibles, además de avanzar en la reforma del FMI.
Fuentes cercanas a las negociaciones informaron a Yonhap que las negociaciones seguirán centradas en establecer guías para reducir los excesivos superávit y déficits de cuenta corriente, con la opción de que el FMI elabore un plan viable al respecto.
Estas medidas son demandadas en particular por Estados Unidos, que al principio buscaba el establecimiento de un límite cuantificable al desequilibrio de la cuenta corriente y ligado al PIB, a lo que se opusieron Alemania, China y Japón.
A favor de su oposición Alemania indicó que el desequilibrio de la cuenta corriente debe reflejar la competitividad comercial, mientras China dijo que esa propuesta no consideraba las repercusiones en otros países y Japón la juzgó impractica.
Washington defendió su propuesta con el argumento de que con ella terminarían las controversias de que ciertas monedas se mantienen débiles de manera artificial para apoyar sus exportaciones.
Los temas que registraron acuerdo fueron los del fortalecimiento de las regulaciones financieras y en la reforma al FMI.
Los viceministros de finanzas aún siguen dando los toques finales en la agenda sobre el desarrollo y el establecimiento de una red global de seguridad financiera.
El comité surcoreano encargado de la organización de la cumbre de jefes de Estado del grupo que empezará este jueves, dijo que los trabajos preparatorios a cargo de viceministros y los llamados "sherpas" cerraron con algunos avances, reportó Yonhap.
Sólo hubo diferencias al discutirse temas como límites al superávit de cuenta corriente, niveles sustentables de déficit y la reciente decisión de Washington de imprimir más papel moneda, informó el vocero del comité Kim Yoon-kyung.
En consecuencia, la Declaración de Seúl, que debe ser emitida al término de los trabajos este viernes, sigue pendiente, añadió.
Acotó que los viceministros y los "sherpas" -especialistas que asesoran en los temas de la cumbre- reiteraron los acuerdos de Gyeongju y señalaron que la cumbre del G-20 debe ir más allá.
En su reunión del pasado 23 de octubre en la ciudad surcoreana de Gyeongju, los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G-20 acordaron frenar las devaluaciones con fines de competitividad comercial.
También reducir los desequilibrios comerciales excesivos y mantener el superávit de cuenta corriente en niveles sostenibles, además de avanzar en la reforma del FMI.
Fuentes cercanas a las negociaciones informaron a Yonhap que las negociaciones seguirán centradas en establecer guías para reducir los excesivos superávit y déficits de cuenta corriente, con la opción de que el FMI elabore un plan viable al respecto.
Estas medidas son demandadas en particular por Estados Unidos, que al principio buscaba el establecimiento de un límite cuantificable al desequilibrio de la cuenta corriente y ligado al PIB, a lo que se opusieron Alemania, China y Japón.
A favor de su oposición Alemania indicó que el desequilibrio de la cuenta corriente debe reflejar la competitividad comercial, mientras China dijo que esa propuesta no consideraba las repercusiones en otros países y Japón la juzgó impractica.
Washington defendió su propuesta con el argumento de que con ella terminarían las controversias de que ciertas monedas se mantienen débiles de manera artificial para apoyar sus exportaciones.
Los temas que registraron acuerdo fueron los del fortalecimiento de las regulaciones financieras y en la reforma al FMI.
Los viceministros de finanzas aún siguen dando los toques finales en la agenda sobre el desarrollo y el establecimiento de una red global de seguridad financiera.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario