Chron - La Voz de Houston, AP, por Ana Elena Azpurua, 24/04/2010
El ministro de Hacienda de Chile, Felipe Larraín, cree que su país podría crecer incluso un poco más que lo proyectado por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central, que calculan un promedio de crecimiento de 4,7%, a pesar del devastador terremoto y tsunami.
"Nosotros creemos que podemos llegar hasta 5% este año", dijo el sábado Larraín en una entrevista con The Associated Press. "Sería bueno tener 5% de crecimiento... Es posible".
La meta del presidente Sebastián Piñera antes del terremoto del 27 de febrero, ocurrido 12 días antes de que asumiera el cargo, era tener un promedio de crecimiento anual de 6% durante su gobierno.
El ministro señaló que a pesar de que a corto plazo las consecuencias del terremoto son negativas, en el mediano plazo se sentirá el efecto de los planes de reconstrucción.
"En el año 2010, el aspecto negativo va a dominar el positivo, pero en el 2011 deberíamos ver un despegue fuerte", señaló.
En sus proyecciones, el Banco Central señaló que el país crecerá entre un 4,25 y 5,25%. El presidente del banco, José De Gregorio, dijo durante su intervención ante los gobernadores del Comité Financiero y Monetario Internacional del FMI que el terremoto le restó entre 1 y 1,5% al crecimiento del país en el 2010. Las proyecciones del FMI coinciden al indicar que, a pesar del terremoto, Chile crecerá 4,7% e incluso 6% en el 2011.
Con respecto al paquete de reconstrucción, que incluye la emisión de bonos, el ministro señaló que "probablemente" no emitirán una cantidad mayor de la anunciada el viernes en Nueva York. El ministro dijo que Chile piensa emitir bonos a 10 años por 1.500 millones de dólares, un tercio de ellos en moneda local, la primera vez que el país hace este tipo de oferta en pesos.
"Probablemente no, no en el 2010, pero probablemente volvamos al mercado en los próximos años", señaló Larraín cuando se le preguntó por la posibilidad de ampliar la oferta.
Larraín no especificó cuándo espera que sean emitidos los bonos anunciados, pero dijo que será en los "próximos meses" y que aún tienen mucho trabajo por delante.
"Creemos que podemos colocar los bonos en muy buena condición", señaló.
Larraín, quien participó en las reuniones de gobernadores del FMI, dijo lamentar la crisis financiera en Grecia y destacó la diferencia de la situación en ese país europeo con la posición actual de Chile.
"Chile tiene fondos soberanos, tiene niveles de deuda bajísimo, deuda neta negativa, entonces creo que hay una extraordinaria diferencia en la situación y creo que los mercados van a ver esa diferencia", dijo.
Además de la emisión de bonos, el paquete de reconstrucción presentado la semana pasada por el gobierno incluye una cantidad proveniente de las reservas del cobre, el aumento de impuestos para recaudar 3.500 millones de dólares, una ley de donaciones, recortes presupuestarios por 730 millones y una oferta para que las mineras cambien voluntariamente el tipo de régimen tributario.
Con respecto al monto que se tomará del fondo de ahorro del cobre, Larraín dijo que éste no ha sido definido.
El gobierno calcula que el sismo dejó pérdidas por 30.000 millones de dólares, de los cuales 21.000 están relacionados con daños a la infraestructura. Para reconstruir las vías, puertos, hospitales, escuelas y demás infraestructura pública, el gobierno deberá hacer una inversión de 9.300 millones de dólares.
La subida de los tributos ha generado resistencia en sectores de la izquierda que quieren un alza permanente y quienes rechazan del todo el aumento de los impuestos en la derecha. Al respecto, Larraín dijo que la iniciativa cuenta con apoyo político.
"Nosotros tenemos el apoyo completo de todo el sector político de la centro-derecha", afirmó Larraín. "Tenemos el apoyo de la Unión Demócata Independiente y de Renovación Nacional, los dos partidos de la alianza, y tenemos también el apoyo expresado por la democracia cristiana, que es un partido de oposición".
Reconoció que "hubo algunas expresiones críticas", pero dijo que se trata de un impuesto "transitorio" y "moderado".
"El presidente de la Unión Demócrata Independiente planteó el apoyo y todos los diputados", dijo Larraín con respecto a sus aliados. "Eso no quiere decir que a todos les guste el tema, hay algunos que les gusta más y a otros menos, pero todos han planteado su apoyo al paquete de financiamiento que ha adelantado el presidente Piñera".
El ministro descartó un alza permanente de los impuestos.
El gobierno requiere del apoyo de la oposición para avanzar con su proyecto de reconstrucción porque la coalición de centro-izquierda tiene la mayoría en el Senado. En la Cámara de Representantes, la alianza que respalda a Piñera debe conseguir el respaldo de independientes y ex miembros de la oposición para lograr una mayoría.
Con respecto a la adhesión de las mineras a un cambio en el régimen de regalía, el ministro consideró que la reacción será "favorable".
Durante las primeras horas tras el terremoto en Chile, Larraín pensó que su tarea sería mucho más difícil, pero dijo que hay mucho ánimo para reconstruir el país.
"Teníamos todo un programa, ahora este programa cambió... al menos sus prioridades inmediatas, pero no ha dejado de lado las metas de más largo plazo del gobierno", señaló. "El gobierno no se va a consumir en la reconstrucción, pero la reconstrucción es muy importante".
Los periodistas de la AP, Eva Vergara y Federico Quilodrán, contribuyeron con este despacho desde Santiago de Chile.
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