30 agosto 2010

Brasil empuja a toda máquina y ayuda a la Argentina a crecer - iEco ---------

iEco, por Annabella Quiroga, 29/08/2010, extracto.- La Argentina está palpando los beneficios de tener como vecino a la octava economía del mundo. El último informe del Fondo Monetario Internacional revalidó los títulos de Brasil, que ya se posiciona en el top ten de las grandes economías, relegando a España al noveno lugar. En el informe dado a conocer semanas atrás, el FMI estima que el PBI nominal de nuestro vecino habría superado los US$1,8 billones en el último año. Tamaña expansión termina derramándose sobre la economía local a través de varias vías, entre ellas el comercio exterior, las inversiones y el turismo. Si bien Brasil ya juega en las grandes ligas y planifica su economía con la mirada puesta en Asia, Estados Unidos y en Europa antes que en América Latina, mantiene con la Argentina una relación estrecha, que le saca varios cuerpos de ventaja a la vinculación que tiene con los otros países de la región. Nuestro país es el tercer destino de las exportaciones brasileñas ­después de Estados Unidos y China. El siguiente país latinoamericano en esta lista es Chile, que recién aparece en el onceavo puesto. Lulanomics En sus últimos meses de gobierno, Lula sigue cosechando logros. "Desde el comienzo de esta gestión, en 2002, se crearon 12 millones de puestos de trabajo, con un aumento del 53% del sueldo básico. Esto marcó una importante reducción de la pobreza", sostiene el economista Dante Sica, de Abeceb. Según datos de la Fundación Getulio Vargas, la cantidad de pobres se redujo de 50 millones a 30 millones en los dos períodos del actual gobierno. Si la bonanza económica continúa y la pobreza se sigue reduciendo a una tasa del 10% anual, para 2014 solo el 8% de la población brasileña será pobre. Al igual que la Argentina, Brasil se viene beneficiando del contexto internacional, favorable a los productores de commodities. Pero entre las múltiples diferencias que existen entre los dos modelos económicos sobresalen dos: la trayectoria del tipo de cambio y las políticas antiinflacionarias. En los últimos tres años, la inflación de los vecinos osciló en torno al 5% anual , después de haber tenido un pico de 14% en 2003. Y la moneda brasileña inició una sostenida apreciación que hoy lo lleva a cotizar a 1,76 reales por dólar. La consultora Finsoport menciona que "las medidas tendientes al control de la inflación mediante el esquema de metas, la apreciación cambiaria nominal y las elevadas tasas de interés mantenidas por una rígida política monetaria, provocaron un aluvión de inversiones extranjeras directas y de cartera". El último dato oficial consigna que, en el primer trimestre de este año, la expansión interanual del PBI brasileño fue de 9%. El economista Jorge Todesca rescata que esa fue "la tasa de crecimiento más elevada de toda la década. En ese período la inversión agregada creció a un ritmo interanual del 26%" (ver infografía).

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