Discurso del Presidente Bush Sobre el Estado de la Nación (28/01/2008)
Vía: La Nación.com, B.A., 30/01/2008 'El último discurso de Bush' ver comentarios - 'FAFS'
Han transcurrido siete años desde que me puse de pie ante ustedes por primera vez en esta tribuna. En este tiempo, nuestro país ha sido puesto a prueba de maneras en que ninguno de nosotros se podría haber imaginado. Enfrentamos decisiones difíciles sobre la paz y la guerra, sobre la salud y el bienestar de nuestros ciudadanos, y mayor competencia en la economía mundial. Estos asuntos exigen un debate vigoroso, y considero que es justo decir que hemos respondido al llamado. Sin embargo, quedará grabado en la historia que en medio de nuestras diferencias, actuamos con determinación. Y juntos le mostramos al mundo el poder y la capacidad de recuperación de la democracia estadounidense. Todos nosotros fuimos enviados a Washington a encargarnos de los asuntos del pueblo. Ése es el propósito de este organismo. Es el significado de nuestro juramento. Continúa siendo una responsabilidad con la que debemos cumplir. Los actos del 110mo Congreso afectarán la seguridad y prosperidad de nuestra nación mucho después de que esta sesión concluya. En este año de elecciones, mostrémosles a nuestros conciudadanos que reconocemos nuestras responsabilidades y estamos decididos a cumplir con ellas. Mostrémosles que los republicanos y demócratas pueden competir por votos y, a la vez, cooperar para obtener resultados. (Aplausos). Hemos alcanzado logros significativos desde la expansión de oportunidades hasta la protección de nuestro país. Sin embargo aún hay asuntos pendientes ante nosotros, y el pueblo estadounidense espera que los concluyamos. En el trabajo que tenemos por delante, nos debe guiar la filosofía que hizo grande a nuestra nación. Como estadounidenses, creemos que las personas tienen el poder de decidir su destino y dictar el curso de la historia. Creemos que la guía más fidedigna para nuestro país es la sabiduría colectiva de los ciudadanos comunes y corrientes. Y por lo tanto, en todo lo que hacemos, debemos confiar en la capacidad de la gente libre de tomar decisiones sensatas y darle el poder de mejorar su vida, su futuro. Para forjar un futuro próspero, debemos confiarle a la gente su propio dinero y darle el poder para que haga que nuestra economía crezca. Mientras nos reunimos esta noche, nuestra economía pasa por un periodo de incertidumbre. Estados Unidos ha agregado empleos durante 52 meses consecutivos, lo que es un récord, pero la generación de empleo ahora aumenta a un paso más lento. Los sueldos han subido, pero también lo han hecho los precios de los alimentos y la gasolina. Las exportaciones se están incrementando, pero el mercado de vivienda ha declinado. Y en hogares en todo el país existe preocupación por nuestro futuro económico. A largo plazo, los estadounidenses pueden estar seguros sobre nuestro crecimiento económico. Pero a corto plazo, todos podemos ver una desaceleración en el crecimiento. Entonces, la semana pasada, mi gobierno llegó a un acuerdo con la presidenta de la Cámara de Representantes Pelosi y el líder republicano Boehner sobre un enérgico conjunto de medidas a favor del crecimiento que incluye recortes tributarios para las personas y familias, e incentivos para la inversión empresarial. La tentación será llenar de cosas el proyecto de ley. Eso lo retrasaría o haría fracasar, y ninguna de esas opciones es aceptable. (Aplausos). Éste es un buen acuerdo que mantendrá a nuestra economía en crecimiento y a nuestro pueblo trabajando. Y este Congreso debe aprobarlo lo antes posible. (Aplausos). Tenemos trabajo adicional que hacer con respecto a los impuestos. A no ser que el Congreso actúe, los recortes tributarios que otorgamos en los últimos siete años, en su mayoría, serán eliminados. Hay quienes argumentan en Washington que permitir que los recortes tributarios se venzan no es un aumento de impuestos. Traten de explicárselo a 116 millones de contribuyentes estadounidenses que verían sus impuestos aumentar en un promedio de $1,800. Otras personas han dicho que ellas personalmente estarían conformes pagando impuestos más altos. Recibo con beneplácito su entusiasmo. Me complace informar que el IRS acepta tanto cheques como giros postales. (Risas y aplausos). La mayoría de los estadounidenses piensan que sus impuestos son suficientemente altos. Con todas las demás presiones en sus finanzas, las familias estadounidenses no deberían tener que preocuparse sobre si el gobierno federal se llevará una porción mayor de sus cheques de pago. Sólo hay una forma de eliminar esta incertidumbre: hacer permanentes los recortes tributarios. (Aplausos). Y los miembros del Congreso deben saberlo: si algún proyecto de ley que aumente los impuestos llega a mi despacho, lo vetaré. (Aplausos). Así como les confiamos a los estadounidenses su propio dinero, necesitamos ganarnos su confianza gastando sus impuestos sensatamente. La próxima semana, les remitiré un presupuesto que elimina o reduce considerablemente 151 programas despilfarradores o inflados que ascienden a más de $18,000 millones. El presupuesto que presentaré mantendrá a Estados Unidos camino a un superávit en el 2012. Las familias estadounidenses deben cuadrar sus presupuestos; también lo debe hacer el gobierno. (Aplausos). La confianza del pueblo en su gobierno es socavada por las asignaciones del Congreso para proyectos específicos, proyectos de interés especial que a menudo son incluidos disimuladamente a última hora, sin discusión ni debate. El año pasado, les pedí que recortaran voluntariamente a la mitad el número y costo de proyectos especiales. También les pedí que dejen de incluir disimuladamente los proyectos especiales en los informes de comité que nunca eran siquiera sometidos a voto. Desafortunadamente, nada de eso se cumplió. Entonces, esta vez, si me remiten un proyecto de ley de asignaciones que no reduce a la mitad el número y costo de proyectos especiales, se lo devolveré con mi veto. (Aplausos). Y mañana, emitiré un decreto ejecutivo que dará instrucciones a las agencias federales de que ignoren cualquier proyecto especial futuro sobre el cual el Congreso no haya votado. Si estos rubros realmente son dignos de ser financiados, el Congreso debe debatirlos abiertamente y someterlos a un voto público. (Aplausos). Nuestras responsabilidades compartidas se extienden más allá de temas de impuestos y gastos. En el sector vivienda, debemos confiarles a los estadounidenses la responsabilidad de la propiedad de vivienda y darles el poder para aguantar tiempos turbulentos en el mercado de vivienda. Mi gobierno formó la alianza HOPE NOW, que está ayudando a muchos propietarios de vivienda en dificultades a evitar la ejecución de su hipoteca. Y el Congreso puede ayudar aun más. Esta noche les pido que aprueben legislación para reformar Fannie Mae y Freddie Mac, modernizar la Dirección Federal de Vivienda (Federal Housing Administration), y permitir que las agencias estatales de vivienda emitan bonos libres de impuestos para ayudar a los propietarios de vivienda a refinanciar sus hipotecas. (Aplausos). Éstos son tiempos difíciles para muchas familias estadounidenses, y al dar estos pasos, podemos ayudar a más de ellas a conservar su vivienda. Para forjar un futuro con atención médica de calidad, debemos confiarles a los pacientes y doctores la capacidad de tomar decisiones médicas y darles más poder con mejor información y mejores opciones. Compartimos un objetivo común: hacer la atención de salud más económica y accesible para todos los estadounidenses. (Aplausos). La mejor manera de lograr ese objetivo es aumentando las opciones de los consumidores, no el control del gobierno. (Aplausos). Por lo tanto, he propuesto poner fin a la discriminación en el código tributario contra aquéllos que no obtienen su seguro médico por medio de su empleador. Ésta es una reforma que pondría cobertura privada al alcance de millones, y hago un llamado al Congreso para que la apruebe este año. (Aplausos). El Congreso también debe expandir las cuentas de ahorro para la salud, crear los Planes de Salud para Asociaciones a favor de las pequeñas empresas, promover la informática en el sector salud y hacerle frente a la epidemia de demandas médicas frívolas. (Aplausos). Con todas estas medidas, ayudaremos a asegurar que las decisiones sobre su atención médica se tomen en la privacidad del consultorio de su médico, mas no en los pasillos del Congreso. (Aplausos). Con respecto a la educación, debemos confiar en que los estudiantes aprenden si se les da la oportunidad y darles a los padres de familia el poder de exigir resultados de nuestras escuelas. En vecindarios de todo el país, hay muchachos y muchachas con sueños, y una educación decente es su única esperanza de lograrlos. Hace seis años, nos unimos para aprobar la Ley para que Ningún Niño se Quede Atrás (No Child Left Behind Act), y hoy nadie puede negar sus resultados. El año pasado, los estudiantes de cuarto y octavo grado lograron los más altos puntajes registrados en matemáticas. Los puntajes en lectura están aumentando. Y los estudiantes afro-americanos e hispanos alcanzaron niveles récord. (Aplausos). Ahora debemos trabajar juntos para aumentar la responsabilidad, aumentar la flexibilidad de los estados y distritos, reducir el número de estudiantes que abandonan la escuela secundaria, proporcionarles ayuda adicional a las escuelas con dificultades. Miembros del Congreso: La ley No Child Left Behind es un logro bipartito. Está teniendo éxito. Y les debemos a los niños de Estados Unidos, sus padres y sus maestros mejorar esta buena ley. (Aplausos). También debemos hacer más para ayudar a los niños cuando sus escuelas no cumplen con los requisitos. Gracias a las becas D.C. Opportunity que ustedes aprobaron, más de 2,600 de los niños más pobres de la capital de nuestra nación han encontrado nueva esperanza en una escuela religiosa o privada de otro tipo. Lamentablemente, estas escuelas están desapareciendo a un ritmo alarmante en muchos de los barrios urbanos pobres de Estados Unidos. Por lo tanto, convocaré una cumbre en la Casa Blanca con el objetivo de reforzar estos vitales recursos de aprendizaje. Y para abrirles las puertas de estas escuelas a más niños, les he pedido su respaldo para un nuevo programa de $300 millones denominado Becas Pell para Niños (Pell Grants for Kids). Hemos visto que las becas Pell ayudan a los estudiantes universitarios de bajos ingresos a alcanzar su pleno potencial. Juntos, hemos aumentado las dimensiones y alcance de estas becas. Ahora apliquemos ese mismo espíritu a liberar a los niños pobres atrapados en escuelas públicas que no dan la talla. (Aplausos). Con respecto al comercio, debemos confiar que los trabajadores estadounidenses pueden competir con cualquiera en el mundo y darles el poder para abrir nuevos mercados en el extranjero. Hoy en día, nuestro crecimiento económico depende cada vez más de nuestra capacidad de vender productos y cultivos y servicios estadounidenses en todo el mundo. Por lo tanto, nos esforzamos por derrumbar las barreras al comercio y la inversión dondequiera que podamos. Nos esforzamos por una exitosa rueda de conversaciones comerciales en Doha y debemos llegar a un buen acuerdo este año. Al mismo tiempo, vamos en pos de oportunidades para abrir mercados nuevos al aprobar tratados de libre comercio. Le agradezco al Congreso por aprobar un buen acuerdo con Perú. Y ahora les pido que aprueben acuerdos con Colombia y Panamá y Corea del Sur. (Aplausos). Muchos productos de estas naciones ingresan ahora a Estados Unidos libres de impuestos, sin embargo, muchos de nuestros productos enfrentan altos aranceles en sus mercados. Estos acuerdos harán que las condiciones sean equitativas. Nos darán mayor acceso a casi 100 millones de clientes. Respaldarán puestos buenos para los mejores trabajadores del mundo: aquellos cuyos productos dicen "Made in the USA". (Aplausos). Estos acuerdos también promueven los intereses estratégicos de Estados Unidos. El primer acuerdo ante ustedes será el acuerdo con Colombia, un amigo de Estados Unidos que está haciéndole frente a la violencia y el terrorismo, y combatiendo a los narcotraficantes. Si no aprobamos este acuerdo, envalentonaremos a los propulsores del falso populismo en nuestro hemisferio. Por lo tanto, debemos unirnos, aprobar este acuerdo y mostrarles a nuestros vecinos en la región que la democracia lleva a una vida mejor. (Aplausos). El comercio produce mejores empleos y mejores opciones y mejores precios. Sin embargo, para algunos estadounidenses, el comercio puede significar perder un puesto, y el gobierno federal tiene la responsabilidad de ayudar. (Aplausos). Le pido al Congreso que reautorice y reforme la asistencia para ajustes ocupacionales, para que podamos ayudar a estos trabajadores desalojados a aprender aptitudes nuevas y encontrar empleos nuevos. (Aplausos). Para forjar un futuro de seguridad energética, debemos confiar en el talento innovador de los investigadores y empresarios estadounidenses, y darles el poder de promover una nueva generación de tecnología energética no contaminante. (Aplausos). Nuestra seguridad, nuestra prosperidad y nuestro medio ambiente requieren que reduzcamos nuestra dependencia del petróleo. El año pasado, les pedí que aprobaran legislación para reducir el consumo de petróleo durante la próxima década, y ustedes respondieron. Juntos deberíamos dar los próximos pasos: Financiemos nueva tecnología que pueda generar energía del carbón y a la vez capturar las emisiones de carbono. (Aplausos). Aumentemos el uso de tipos renovables de energía y energía nuclear libre de emisiones. (Aplausos). Continuemos invirtiendo en tecnología avanzada de baterías y combustibles renovables para los autos y camiones del futuro. (Aplausos). Creemos un nuevo fondo internacional para la tecnología no contaminante, que ayudará a los países en desarrollo como India y China a que hagan mayor uso de fuentes no contaminantes de energía. Y lleguemos a un acuerdo internacional que tenga el potencial de desacelerar, detener y, a fin de cuentas, revertir el aumento de los gases de invernadero. (Aplausos). Este acuerdo será eficaz sólo si incluye el compromiso de cada una de las principales economías y no le da a ninguna paso libre. (Aplausos). Estados Unidos está comprometido a reforzar nuestra seguridad energética y hacerle frente al cambio climático mundial. Y la mejor manera de cumplir con estos objetivos es que Estados Unidos continúe dirigiendo el camino hacia el desarrollo de tecnología no contaminante y más eficiente en el uso de energía. (Aplausos). Para mantener competitivo a Estados Unidos en el futuro, debemos confiar en las aptitudes de nuestros científicos e ingenieros, y darles el poder de ir en pos de las innovaciones del mañana. El año pasado, el Congreso aprobó legislación que respaldaba el Programa de Competitividad Estadounidense (American Competitiveness Initiative), pero nunca lo acompañó con fondos. Estos fondos son esenciales para mantener nuestra ventaja científica. Por lo tanto, le pido al Congreso que aumente al doble el apoyo federal para investigación crucial y básica en ciencias físicas y asegure que Estados Unidos siga siendo el país más dinámico de la Tierra. (Aplausos). Sobre temas de vida y ciencias, debemos confiar en el espíritu innovador de los investigadores médicos y darles el poder de descubrir nuevos tratamientos a la vez que se respetan límites morales. En noviembre, fuimos testigos de un logro histórico cuando científicos descubrieron una manera de reprogramar las células de la piel de adultos para que actúen como células madre de embriones. Este avance tiene el potencial de llevarnos más allá de los polémicos debates del pasado al extender las fronteras de la medicina sin la destrucción de la vida humana. (Aplausos). Por lo tanto, estamos aumentando los fondos para este tipo de investigación médica ética. Y al explorar posibilidades prometedoras de investigación, también debemos asegurarnos de que toda vida sea tratada con la dignidad que merece. Y por lo tanto, insto al Congreso a que apruebe legislación que prohíba las prácticas no éticas como comprar, vender, patentar o clonar vidas humanas. (Aplausos). Sobre asuntos de justicia, debemos confiar en la sabiduría de nuestros fundadores y darles poder a los jueces que comprenden que la Constitución significa lo que dice. (Aplausos). He presentado candidatos a juez que se regirán por el imperio de la ley, no al antojo del martillo. A muchos de estos candidatos los están demorando injustamente. Son dignos de confirmación, y el Senado debe darle a cada uno un pronto voto afirmativo o negativo. (Aplausos). En comunidades de todo nuestro territorio, debemos confiar en el buen corazón del pueblo estadounidense y darle el poder de ayudar a su prójimo necesitado. Durante los últimos siete años, más de nuestros conciudadanos han descubierto que la búsqueda de la felicidad nos lleva por el camino del servicio. Los estadounidenses se han ofrecido como voluntarios en cantidades récord. Las donaciones de caridad son más altas que nunca. Los grupos basados en la fe están llevando esperanza a lugares donde antes no la había, con nuevo respaldo del gobierno federal. Y para ayudar a garantizar el tratamiento equitativo de organizaciones basadas en la fe cuando compiten por fondos federales, les pido que prorroguen permanentemente Charitable Choice. (Aplausos). Esta noche, los ejércitos de la compasión continúan marchando hacia un nuevo día en la costa del Golfo. Estados Unidos rinde tributo a la fuerza y capacidad de recuperación de la gente de esa región. Reafirmamos nuestra promesa de ayudarlos a construir mejor y con más fuerza que antes. Y esta noche me complace anunciar que en abril presentaremos la Cumbre Norteamericana de Canadá, México y Estados Unidos de este año en la gran ciudad de Nueva Orleáns. (Aplausos). Hay otros dos desafíos urgentes que he mencionado repetidamente ante este organismo, y que este organismo ha dejado de abordar: gastos en programas de beneficios sociales e inmigración. Cada uno de los miembros en esta cámara sabe que el gasto en programas de beneficios sociales como el Seguro Social, Medicare y Medicaid está creciendo más rápido de lo que podemos pagar. Todos conocemos las difíciles decisiones que tenemos por delante si Estados Unidos continúa por este camino: aumentos masivos de impuestos, reducciones repentinas y drásticas de beneficios o déficit paralizante. He presentado propuestas para reformar estos programas. Ahora les pido a los miembros del Congreso que ofrezcan sus propuestas y ofrezcan una solución bipartita para salvar estos vitales programas de beneficios sociales a favor de nuestros hijos y nietos. (Aplausos.) El otro asunto urgente es inmigración. Estados Unidos necesita resguardar sus fronteras, y con su ayuda, mi gobierno está tomando medidas para hacerlo. Estamos aumentando los operativos para velar por el cumplimiento de la ley en los centros de trabajo, utilizando cercos y tecnología avanzada para detener los cruces ilegales. Hemos acabado eficientemente con la política de "capturar y liberar" en la frontera, y para fines de este año, habremos aumentado al doble el número de agentes de la Patrulla Fronteriza. Sin embargo, también es necesario que reconozcamos que nunca resguardaremos plenamente nuestra frontera hasta que creemos una manera legal para que los trabajadores extranjeros vengan aquí y apoyen nuestra economía. (Aplausos.) Esto disminuirá la presión en la frontera y permitirá que los agentes de la ley se concentren en las personas que quieren hacernos daño. Debemos también encontrar maneras sensatas y humanas de tratar con la gente que está aquí ilegalmente. La inmigración ilegal es complicada, pero se puede resolver. Y se debe resolver de manera que se respeten tanto nuestras leyes como nuestros más altos ideales. (Aplausos.) Éstos son los asuntos que nuestra nación tiene pendiente dentro del país. Sin embargo, forjar un futuro próspero para nuestros ciudadanos también depende de que les hagamos frente a nuestros enemigos en el extranjero y promovamos la libertad en las regiones del mundo aquejadas por problemas. Nuestra política exterior se basa en una premisa clara: Debemos confiar en que las personas, si se les da la oportunidad, optarán por un futuro de libertad y paz. En los últimos siete años, hemos sido testigos de momentos impresionantes en la historia de la libertad. Hemos visto a los ciudadanos de Georgia y Ucrania defender su derecho a elecciones libres e imparciales. Hemos visto al pueblo del Líbano volcarse a las calles para exigir su independencia. Hemos visto a los afganos surgir de la tiranía del Talibán y elegir a un nuevo presidente y un nuevo parlamento. Hemos visto a iraquíes jubilosos levantar dedos manchados de tinta y celebrar su libertad. Estas imágenes de libertad nos han inspirado. (Aplausos.) En los últimos siete años, también hemos visto imágenes que nos han conmovido. Hemos observado multitudes de dolientes en el Líbano y Pakistán cargando los ataúdes de líderes queridos, muertos por manos asesinas. Hemos visto invitados a una boda en atavíos empapados de sangre, saliendo conmocionados de un hotel en Jordania, afganos e iraquíes atacados con bombas en mezquitas y mercados, y trenes en Londres y Madrid despedazados por bombas. Un día de cielo despejado en septiembre, presenciamos cómo nos arrebataban a miles de nuestros conciudadanos en un instante. Estas horrorosas imágenes sirven de sombrío recordatorio: Hay quienes se oponen al avance de la libertad: terroristas y extremistas, hombres malvados que detestan la libertad, detestan a Estados Unidos y se proponen someter a millones a su dominio violento. El 11 de septiembre, emprendimos la lucha contra esos terroristas y extremistas. Permanecemos a la ofensiva, mantendremos la presión y llevaremos a nuestros enemigos ante la justicia. (Aplausos.) Estamos en el centro de la lucha ideológica que definirá al siglo XXI. Los terroristas se oponen a cada uno de los principios de humanidad y decencia que nosotros valoramos. Sin embargo, en esta guerra contra el terrorismo, hay algo en lo que nosotros y nuestros enemigos concordamos: A largo plazo, los hombres y mujeres con la libertad de decidir su propio destino rechazarán el terrorismo y se rehusaran a vivir bajo la tiranía. Y es por eso que los terroristas están luchando para negarle esta opción al pueblo en el Líbano, Iraq, Afganistán, Pakistán y los Territorios Palestinos. Y es por eso, por la seguridad de Estados Unidos y la paz en el mundo, que estamos propagando la esperanza de la libertad. (Aplausos.) En Afganistán, Estados Unidos, nuestros 25 aliados de la OTAN y 15 países asociados están ayudando al pueblo afgano a defender su libertad y reconstruir su país. Gracias a la valentía de este personal militar y civil, una nación que alguna vez fue un refugio para Al Qaida ahora es una joven democracia donde niños y niñas van a la escuela, se construyen carreteras y hospitales nuevos, y la gente mira hacia el futuro con renovada esperanza. Estos éxitos deben continuar, por lo que estamos agregando 3,200 infantes de Marina a nuestras fuerzas en Afganistán, donde lucharán contra los terroristas y entrenarán al ejército y la policía de Afganistán. Vencer al Talibán y Al Qaida es crucial para nuestra seguridad, y le doy las gracias al Congreso por apoyar la vital misión de Estados Unidos en Afganistán. (Aplausos.) En Iraq, terroristas y extremistas están luchando para negarle su libertad a un pueblo orgulloso, y esforzándose por establecer refugios para lanzar ataques contra el mundo. Hace un año, nuestros enemigos estaban teniendo éxito en sus esfuerzos por precipitar a Iraq al caos. Por lo tanto, analizamos nuestra estrategia y cambiamos de curso. Lanzamos un aumento de fuerzas estadounidenses en Iraq. Les dimos a nuestras tropas una misión: Trabajar con las fuerzas iraquíes para proteger al pueblo de Iraq, perseguir al enemigo en sus baluartes e impedir la formación de santuarios para terroristas en cualquier parte del país. El pueblo iraquí rápidamente se dio cuenta de que había sucedido algo drástico. Los que se preocupaban porque Estados Unidos estaba por abandonarlos vieron en vez a miles de tropas estadounidenses que aterrizaban en su país. Vieron a nuestras tropas trasladarse a los vecindarios, echar a los terroristas y permanecer allí para asegurarse de que el enemigo no regresara. Y vieron a nuestras tropas, junto con los Equipos de Reconstrucción Provincial, que incluyen a funcionarios del Foreign Service y otros funcionarios públicos muy aptos, entrar para asegurarse de que esa mayor seguridad fuera seguida de mejoras en su vida cotidiana. Nuestros militares y civiles en Iraq están actuando con valentía y distinción, y cuentan con la gratitud de toda nuestra nación. (Aplausos.) Los iraquíes lanzaron un escalamiento propio. En el otoño del 2006, líderes tribales suníes se cansaron de la crueldad de Al Qaida y comenzaron un levantamiento popular llamado "El despertar de Anbar". Durante el año pasado, movimientos similares han surgido en todo el país. Y hoy, se da un escalamiento de base que incluye a más de 80,000 ciudadanos iraquíes que están combatiendo a los terroristas. El gobierno de Bagdad también ofreció participar, añadiendo más de 100,000 nuevos soldados y policías iraquíes durante el año pasado. Aunque el enemigo aún es peligroso y queda trabajo por hacer, los aumentos de tropas estadounidenses e iraquíes han logrado resultados que pocos de nosotros podríamos haber imaginado hace apenas un año. (Aplausos.) Cuando nos congregamos el año pasado, muchos dijeron que era imposible contener la violencia. Un año más tarde, los ataques terroristas de notoriedad han disminuido, las muertes de civiles han disminuido, las matanzas sectarias han disminuido. Cuando nos congregamos el año pasado, extremistas de milicias, algunos de ellos armados y capacitados por Irán, causaban el caos en regiones extensas de Iraq. Un año más tarde, fuerzas de la coalición e iraquíes han eliminado o capturado a cientos de milicianos. E iraquíes de todos los orígenes se dan más y más cuenta de que vencer a estos milicianos es crucial para el futuro de su país. Cuando nos congregamos el año pasado, Al Qaida tenía santuarios en muchas regiones de Iraq, y sus líderes acababan de ofrecerles a las fuerzas estadounidenses una salida segura del país. Hoy, es Al Qaida la que busca una salida segura. Han sido expulsados de muchos de los baluartes que antes tenían, y durante el año pasado, hemos capturado o eliminado a miles de extremistas en Iraq, entre ellos cientos de líderes y agentes clave de Al Qaida. El mes pasado, Osama bin Laden publicó una grabación en la que criticaba severamente a los líderes tribales iraquíes que le han dado la espalda a Al Qaida y admitió que las tropas de la coalición en Iraq son cada vez más fuertes. Damas y caballeros, hay quienes niegan que el aumento de tropas está funcionando, pero entre los terroristas no cabe duda. Al Qaida está en retirada en Iraq, y el enemigo será vencido. (Aplausos.) Cuando nos congregamos el año pasado, nuestros niveles de tropas en Iraq estaban aumentando. Hoy en día, debido al progreso que acabo de describir, estamos implementando una política de "retorno tras éxitos", y las fuerzas adicionales que enviamos a Iraq están comenzando a regresar a casa. Este progreso es un tributo al valor de nuestras tropas y la inteligencia de sus comandantes. Esta noche, me dirijo directamente a nuestros hombres y mujeres en el frente. Soldados y marinos, aviadores, infantes de Marina y guardacostas: El año pasado, hicieron todo lo que les pedimos y más. Nuestra nación está agradecida por su valentía. Estamos orgullosos de sus logros. Y esta noche en este sagrado recinto, con el pueblo estadounidense como testigo, les hacemos una promesa solemne: En la lucha que queda por delante, contarán con todo lo que necesitan para proteger a nuestra nación. (Aplausos.) Y le pido al Congreso que cumpla con su responsabilidad hacia estos valientes hombres y mujeres financiando plenamente a nuestras tropas. (Aplausos.) Nuestros enemigos en Iraq han recibido golpes duros. Aún no se les ha vencido, y podemos esperar luchas reñidas en el futuro. Nuestro objetivo el próximo año es aumentar y aprovechar los logros que hemos alcanzado en el 2007, mientras hacemos la transición a la nueva fase de nuestra estrategia. Las tropas estadounidenses están pasando de dirigir operaciones a asociarse con las fuerzas iraquíes y, finalmente, a una misión de supervisión protectora. Como parte de esta transición, un equipo de combate de una brigada del Ejército y una unidad expedicionaria de la Infantería de Marina ya han regresado y no serán reemplazados. En los próximos meses, cuatro brigadas adicionales y dos batallones de la Infantería harán lo mismo. En conjunto, esto significa que más de 20,000 de nuestros soldados están regresando a casa. (Aplausos.) Cualquier reducción mayor de las tropas de Estados Unidos se basará en las condiciones en Iraq y las recomendaciones de nuestros comandantes. El general Petraeus ha advertido que una reducción demasiado rápida podría resultar en la "desintegración de las fuerzas de seguridad de Iraq, que Al Qaida en Iraq recupere territorio perdido, [y] un aumento marcado en la violencia". Miembros del Congreso: Tras llegar tan lejos y lograr tanto, no debemos permitir que esto suceda. (Aplausos.) El próximo año, trabajaremos con los líderes de Iraq mientras continúan el progreso que están haciendo hacia la reconciliación política. A nivel local, los suníes, chiítas y curdos están comenzando a unirse para reclamar sus comunidades y reconstruir su vida. El progreso en las provincias debe ir de la mano del progreso en Bagdad. (Aplausos.) Estamos viendo señales alentadoras. El gobierno nacional está compartiendo los ingresos del petróleo con las provincias. El parlamento recientemente aprobó una ley de pensiones y una reforma de desbaazificación. Ahora debaten una ley de poderes para las provincias. Los iraquíes aún tienen mucho camino por recorrer. Pero tras décadas de dictadura y el dolor de la violencia sectaria, se está dando la reconciliación, y el pueblo iraquí está tomando control de su futuro. (Aplausos.) La misión en Iraq ha sido difícil y penosa para nuestra nación. Pero es de vital interés para Estados Unidos que tengamos éxito. Un Iraq libre le negará refugio a Al Qaida. Un Iraq libre mostrará a millones en todo el Oriente Medio que es posible un futuro de libertad. Un Iraq libre será amigo de Estados Unidos, un socio para combatir el terrorismo y una fuente de estabilidad en una región peligrosa del mundo. En contraste, un fracaso en Iraq envalentonaría a los extremistas, fortalecería a Irán y daría a los terroristas una base desde la cual lanzar nuevos ataques contra nuestros amigos, nuestros aliados y nuestro territorio nacional. El enemigo ha dejado en claro sus intenciones. En momentos en que la coyuntura parecía favorecerles, el más alto comandante de Al Qaida en Iraq declaró que no descansarían hasta habernos atacado aquí en Washington. Conciudadanos: Nosotros tampoco descansaremos. No descansaremos hasta que este enemigo haya sido vencido. (Aplausos.) Debemos cumplir con la difícil labor hoy, para que dentro de unos años la gente mire atrás y diga que esta generación se puso a la altura de las circunstancias, prevaleció en una lucha difícil y dejó a su paso una región promisoria y un Estados Unidos más seguro. (Aplausos.) También nos oponemos a las fuerzas del extremismo en Tierra Santa, donde tenemos un nuevo motivo de esperanza. Los palestinos han elegido a un presidente que reconoce que hacerle frente al terrorismo es esencial para lograr un Estado donde su pueblo pueda vivir con dignidad y en paz con Israel. Los israelíes tienen líderes que reconocen que un Estado palestino pacífico y democrático será una fuente de seguridad perdurable. Este mes en Ramala y Jerusalén, les aseguré a líderes de ambas partes que Estados Unidos hará y yo haré, todo lo que podamos para lograr un acuerdo de paz que defina un Estado palestino para fin de año. Ha llegado la hora de una Tierra Santa donde un Israel democrático y una Palestina democrática vivan en paz uno al lado de la otra. (Aplausos.) También nos estamos oponiendo a las fuerzas del extremismo envalentonadas por el régimen de Teherán. Los gobernantes de Irán oprimen a un pueblo bueno y talentoso. Y dondequiera que la libertad avance en el Oriente Medio, parece que el régimen iraní está allí para oponerse a ella. Irán está financiando y entrenando a grupos de milicias en Iraq, apoyando a los terroristas de Jezbolá en el Líbano y respaldando los esfuerzos de Hamas para socavar la paz en Tierra Santa. Teherán también está desarrollando misiles balísticos de mayor alcance y continúa desarrollando su capacidad de enriquecer uranio, que podría usarse para crear un arma nuclear. Nuestro mensaje al pueblo de Irán es claro: No tenemos nada contra ustedes. Respetamos sus tradiciones y su historia. Esperamos con ansias el día en que obtengan su libertad. Nuestro mensaje a los líderes de Irán también es claro: Suspendan de forma verificable su enriquecimiento nuclear, para poder iniciar las negociaciones. Y para reincorporarse a la comunidad de naciones, digan la verdad sobre sus intenciones nucleares y actos pasados, acaben con la opresión dentro de su país, cesen de apoyar el terrorismo en el extranjero. Pero por encima de todo, tengan esto en mente: Estados Unidos se enfrentará a los que amenacen a nuestras tropas. Respaldaremos a nuestros aliados y defenderemos nuestros intereses vitales en el Golfo Pérsico. (Aplausos.) En el frente nacional, continuaremos tomando toda medida legal y eficaz para proteger a nuestro país. Ése es nuestro deber más sagrado. Estamos agradecidos de que no haya habido otro ataque contra nuestro territorio desde el 11 de septiembre. Esto no se debe a la ausencia de deseo o esfuerzo por parte del enemigo. En los últimos seis años, hemos detenido numerosos ataques, entre ellos un plan para estrellar un avión contra el edificio más alto de Los Ángeles y otro para hacer explotar aviones de pasajeros sobre el Atlántico camino a Estados Unidos. Hombres y mujeres dedicados en nuestro gobierno trabajan día y noche para evitar que los terroristas pongan en marcha sus planes. Estos buenos ciudadanos están salvando vidas estadounidenses, y todos en esta cámara debemos estar profundamente agradecidos con ellos. (Aplausos.) Y les debemos algo más: Les debemos las herramientas que necesitan para mantener seguro a nuestro pueblo. Y una de las herramientas más importantes que les podemos dar es la capacidad de vigilar las comunicaciones de los terroristas. Para proteger a Estados Unidos, necesitamos saber con quiénes están hablando los terroristas, qué están diciendo y qué están planeando. El año pasado, el Congreso aprobó legislación para ayudarnos a hacer eso. Desafortunadamente, el Congreso hizo que la legislación se venciera el 1º de febrero. Eso significa que si no toman medidas para el viernes, nuestra capacidad de permanecer al tanto de las amenazas terroristas se debilitaría y nuestros ciudadanos estarían en mayor peligro. El Congreso debe asegurarse de que no se interrumpa el flujo de inteligencia vital. El Congreso debe aprobar protecciones de responsabilidad legal a favor de las empresas que se considera que contribuyeron a los esfuerzos por defender a Estados Unidos. Tuvimos suficiente tiempo para debatir. Es hora de actuar. (Aplausos.) Proteger a nuestra nación de los peligros de un siglo nuevo requiere más datos buenos de inteligencia y tropas militares fuertes. También requiere que cambiemos las condiciones que alimentan el resentimiento y permiten que los extremistas se aprovechen de la desesperación. Por lo tanto, Estados Unidos está usando su influencia para desarrollar un mundo más libre, más optimista y más compasivo. Esto es un reflejo de nuestros intereses nacionales; es el llamado de nuestra conciencia. Estados Unidos se opone al genocidio en Sudán. (Aplausos.) Apoyamos la libertad en países como Cuba, Zimbabwe, Belarús y Birmania. (Aplausos.) Estados Unidos está liderando la lucha contra la pobreza mundial, con sólidos programas educativos y asistencia humanitaria. También hemos cambiado la manera en que prestamos ayuda al lanzar la Cuenta del Desafío del Milenio (Millennium Challenge Account). Este programa refuerza la democracia, transparencia y el imperio de la ley en países en desarrollo, y les pido que financien plenamente este importante programa. (Aplausos.) Estados Unidos está liderando la lucha contra el hambre en el mundo. Hoy, más de la mitad de la ayuda alimentaria del mundo proviene de Estados Unidos. Esta noche, le pido al Congreso que apoye una propuesta innovadora de prestar ayuda alimentaria al comprar cultivos directamente de los agricultores del mundo en desarrollo, para que podamos desarrollar su agricultura local y romper el ciclo de hambruna. (Aplausos.) Estados Unidos está liderando la lucha contra las enfermedades. Con su ayuda, nos esforzamos por reducir a la mitad el número de muertes relacionadas con la malaria en 15 países de África. Y nuestro Plan de Emergencia para la Mitigación del SIDA (Emergency Plan for AIDS Relief) está ofreciendo tratamiento a 1.4 millones de personas. Podemos llevar curas y esperanza a muchos más. Por lo que les pido que mantengan los principios que han cambiado la conducta y han hecho de este programa un éxito. Y les pido que aumenten al doble nuestra inversión inicial para combatir el VIH/SIDA aprobando $30,000 millones adicionales durante los próximos cinco años. (Aplausos.) Estados Unidos es una fuerza a favor de la esperanza en el mundo porque somos un pueblo compasivo, y algunos de los estadounidenses más compasivos son los que se han ofrecido a protegernos. Debemos conservar la fe de todos aquellos que arriesgaron la vida para que podamos vivir en libertad y paz. Durante los últimos siete años, hemos aumentado en más de 95 por ciento los fondos a los veteranos. Y al aumentar los fondos. (aplausos.) Y al aumentar los fondos también debemos reformar nuestro sistema de [asistencia a] veteranos para atender las necesidades de una nueva guerra y una nueva generación. (Aplausos.) Insto al Congreso a que promulgue las reformas recomendadas por el senador Bob Dole y la secretaria Donna Shalala, para que podamos mejorar el sistema de atención a favor de los combatientes heridos y ayudarlos a forjar vidas de esperanza y promesa y dignidad. (Aplausos.) Nuestras familias militares también se sacrifican por Estados Unidos. Sobrellevan noches de desvelo y la lucha diaria de velar por sus hijos mientras un ser querido está sirviendo lejos de casa. Tenemos la responsabilidad de velar por ellos. Por lo que les pido que se me unan para ampliar su acceso a guarderías, crear nuevas preferencias de contratación para cónyuges militares en todo el gobierno federal y permitir que nuestros soldados transfieran a sus cónyuges o hijos los beneficios de educación que no utilicen. (Aplausos.) Nuestras familias militares prestan servicios a nuestra nación, inspiran a nuestra nación, y esta noche nuestra nación les rinde tributo. (Aplausos.) La fuerza. el secreto de nuestra fuerza, el milagro de Estados Unidos, es que nuestra grandeza no radica en nuestro gobierno, sino en el espíritu y la determinación de nuestro pueblo. (Aplausos.) Cuando la Convención Federal se congregó en Filadelfia en 1787, nuestra nación estaba regida por los Artículos de la Confederación, que comenzaban con las palabras, "Nosotros los delegados suscritos". Cuando se le pidió al gobernador Morris que redactara un preámbulo a nuestra nueva Constitución, ofreció un importante cambio y lo inició con las palabras que cambiarían el curso de nuestra nación y la historia del mundo: "Nosotros, el pueblo". Al confiar en el pueblo, nuestros fundadores apostaron a que se podría construir una gran y noble nación en base a la libertad que radica en el corazón de todos los hombres y mujeres. Al confiar en el pueblo, las generaciones posteriores transformaron nuestra frágil y joven democracia en el país más poderoso de la Tierra y en un modelo de esperanza para millones. Y mientras continuemos confiando en el pueblo, nuestra nación prosperará, nuestra libertad estará segura y el estado de nuestra nación permanecerá sólido. (Aplausos.) Por lo tanto, esta noche, con confianza en el poder de la libertad y confianza en el pueblo, dediquémonos a encargarnos de los asuntos que atañen al pueblo. Que Dios bendiga a Estados Unidos. (Aplausos.)
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Vía: La Nación.com, B.A., 30/01/2008 'El último discurso de Bush' ver comentarios - 'FAFS'
Han transcurrido siete años desde que me puse de pie ante ustedes por primera vez en esta tribuna. En este tiempo, nuestro país ha sido puesto a prueba de maneras en que ninguno de nosotros se podría haber imaginado. Enfrentamos decisiones difíciles sobre la paz y la guerra, sobre la salud y el bienestar de nuestros ciudadanos, y mayor competencia en la economía mundial. Estos asuntos exigen un debate vigoroso, y considero que es justo decir que hemos respondido al llamado. Sin embargo, quedará grabado en la historia que en medio de nuestras diferencias, actuamos con determinación. Y juntos le mostramos al mundo el poder y la capacidad de recuperación de la democracia estadounidense. Todos nosotros fuimos enviados a Washington a encargarnos de los asuntos del pueblo. Ése es el propósito de este organismo. Es el significado de nuestro juramento. Continúa siendo una responsabilidad con la que debemos cumplir. Los actos del 110mo Congreso afectarán la seguridad y prosperidad de nuestra nación mucho después de que esta sesión concluya. En este año de elecciones, mostrémosles a nuestros conciudadanos que reconocemos nuestras responsabilidades y estamos decididos a cumplir con ellas. Mostrémosles que los republicanos y demócratas pueden competir por votos y, a la vez, cooperar para obtener resultados. (Aplausos). Hemos alcanzado logros significativos desde la expansión de oportunidades hasta la protección de nuestro país. Sin embargo aún hay asuntos pendientes ante nosotros, y el pueblo estadounidense espera que los concluyamos. En el trabajo que tenemos por delante, nos debe guiar la filosofía que hizo grande a nuestra nación. Como estadounidenses, creemos que las personas tienen el poder de decidir su destino y dictar el curso de la historia. Creemos que la guía más fidedigna para nuestro país es la sabiduría colectiva de los ciudadanos comunes y corrientes. Y por lo tanto, en todo lo que hacemos, debemos confiar en la capacidad de la gente libre de tomar decisiones sensatas y darle el poder de mejorar su vida, su futuro. Para forjar un futuro próspero, debemos confiarle a la gente su propio dinero y darle el poder para que haga que nuestra economía crezca. Mientras nos reunimos esta noche, nuestra economía pasa por un periodo de incertidumbre. Estados Unidos ha agregado empleos durante 52 meses consecutivos, lo que es un récord, pero la generación de empleo ahora aumenta a un paso más lento. Los sueldos han subido, pero también lo han hecho los precios de los alimentos y la gasolina. Las exportaciones se están incrementando, pero el mercado de vivienda ha declinado. Y en hogares en todo el país existe preocupación por nuestro futuro económico. A largo plazo, los estadounidenses pueden estar seguros sobre nuestro crecimiento económico. Pero a corto plazo, todos podemos ver una desaceleración en el crecimiento. Entonces, la semana pasada, mi gobierno llegó a un acuerdo con la presidenta de la Cámara de Representantes Pelosi y el líder republicano Boehner sobre un enérgico conjunto de medidas a favor del crecimiento que incluye recortes tributarios para las personas y familias, e incentivos para la inversión empresarial. La tentación será llenar de cosas el proyecto de ley. Eso lo retrasaría o haría fracasar, y ninguna de esas opciones es aceptable. (Aplausos). Éste es un buen acuerdo que mantendrá a nuestra economía en crecimiento y a nuestro pueblo trabajando. Y este Congreso debe aprobarlo lo antes posible. (Aplausos). Tenemos trabajo adicional que hacer con respecto a los impuestos. A no ser que el Congreso actúe, los recortes tributarios que otorgamos en los últimos siete años, en su mayoría, serán eliminados. Hay quienes argumentan en Washington que permitir que los recortes tributarios se venzan no es un aumento de impuestos. Traten de explicárselo a 116 millones de contribuyentes estadounidenses que verían sus impuestos aumentar en un promedio de $1,800. Otras personas han dicho que ellas personalmente estarían conformes pagando impuestos más altos. Recibo con beneplácito su entusiasmo. Me complace informar que el IRS acepta tanto cheques como giros postales. (Risas y aplausos). La mayoría de los estadounidenses piensan que sus impuestos son suficientemente altos. Con todas las demás presiones en sus finanzas, las familias estadounidenses no deberían tener que preocuparse sobre si el gobierno federal se llevará una porción mayor de sus cheques de pago. Sólo hay una forma de eliminar esta incertidumbre: hacer permanentes los recortes tributarios. (Aplausos). Y los miembros del Congreso deben saberlo: si algún proyecto de ley que aumente los impuestos llega a mi despacho, lo vetaré. (Aplausos). Así como les confiamos a los estadounidenses su propio dinero, necesitamos ganarnos su confianza gastando sus impuestos sensatamente. La próxima semana, les remitiré un presupuesto que elimina o reduce considerablemente 151 programas despilfarradores o inflados que ascienden a más de $18,000 millones. El presupuesto que presentaré mantendrá a Estados Unidos camino a un superávit en el 2012. Las familias estadounidenses deben cuadrar sus presupuestos; también lo debe hacer el gobierno. (Aplausos). La confianza del pueblo en su gobierno es socavada por las asignaciones del Congreso para proyectos específicos, proyectos de interés especial que a menudo son incluidos disimuladamente a última hora, sin discusión ni debate. El año pasado, les pedí que recortaran voluntariamente a la mitad el número y costo de proyectos especiales. También les pedí que dejen de incluir disimuladamente los proyectos especiales en los informes de comité que nunca eran siquiera sometidos a voto. Desafortunadamente, nada de eso se cumplió. Entonces, esta vez, si me remiten un proyecto de ley de asignaciones que no reduce a la mitad el número y costo de proyectos especiales, se lo devolveré con mi veto. (Aplausos). Y mañana, emitiré un decreto ejecutivo que dará instrucciones a las agencias federales de que ignoren cualquier proyecto especial futuro sobre el cual el Congreso no haya votado. Si estos rubros realmente son dignos de ser financiados, el Congreso debe debatirlos abiertamente y someterlos a un voto público. (Aplausos). Nuestras responsabilidades compartidas se extienden más allá de temas de impuestos y gastos. En el sector vivienda, debemos confiarles a los estadounidenses la responsabilidad de la propiedad de vivienda y darles el poder para aguantar tiempos turbulentos en el mercado de vivienda. Mi gobierno formó la alianza HOPE NOW, que está ayudando a muchos propietarios de vivienda en dificultades a evitar la ejecución de su hipoteca. Y el Congreso puede ayudar aun más. Esta noche les pido que aprueben legislación para reformar Fannie Mae y Freddie Mac, modernizar la Dirección Federal de Vivienda (Federal Housing Administration), y permitir que las agencias estatales de vivienda emitan bonos libres de impuestos para ayudar a los propietarios de vivienda a refinanciar sus hipotecas. (Aplausos). Éstos son tiempos difíciles para muchas familias estadounidenses, y al dar estos pasos, podemos ayudar a más de ellas a conservar su vivienda. Para forjar un futuro con atención médica de calidad, debemos confiarles a los pacientes y doctores la capacidad de tomar decisiones médicas y darles más poder con mejor información y mejores opciones. Compartimos un objetivo común: hacer la atención de salud más económica y accesible para todos los estadounidenses. (Aplausos). La mejor manera de lograr ese objetivo es aumentando las opciones de los consumidores, no el control del gobierno. (Aplausos). Por lo tanto, he propuesto poner fin a la discriminación en el código tributario contra aquéllos que no obtienen su seguro médico por medio de su empleador. Ésta es una reforma que pondría cobertura privada al alcance de millones, y hago un llamado al Congreso para que la apruebe este año. (Aplausos). El Congreso también debe expandir las cuentas de ahorro para la salud, crear los Planes de Salud para Asociaciones a favor de las pequeñas empresas, promover la informática en el sector salud y hacerle frente a la epidemia de demandas médicas frívolas. (Aplausos). Con todas estas medidas, ayudaremos a asegurar que las decisiones sobre su atención médica se tomen en la privacidad del consultorio de su médico, mas no en los pasillos del Congreso. (Aplausos). Con respecto a la educación, debemos confiar en que los estudiantes aprenden si se les da la oportunidad y darles a los padres de familia el poder de exigir resultados de nuestras escuelas. En vecindarios de todo el país, hay muchachos y muchachas con sueños, y una educación decente es su única esperanza de lograrlos. Hace seis años, nos unimos para aprobar la Ley para que Ningún Niño se Quede Atrás (No Child Left Behind Act), y hoy nadie puede negar sus resultados. El año pasado, los estudiantes de cuarto y octavo grado lograron los más altos puntajes registrados en matemáticas. Los puntajes en lectura están aumentando. Y los estudiantes afro-americanos e hispanos alcanzaron niveles récord. (Aplausos). Ahora debemos trabajar juntos para aumentar la responsabilidad, aumentar la flexibilidad de los estados y distritos, reducir el número de estudiantes que abandonan la escuela secundaria, proporcionarles ayuda adicional a las escuelas con dificultades. Miembros del Congreso: La ley No Child Left Behind es un logro bipartito. Está teniendo éxito. Y les debemos a los niños de Estados Unidos, sus padres y sus maestros mejorar esta buena ley. (Aplausos). También debemos hacer más para ayudar a los niños cuando sus escuelas no cumplen con los requisitos. Gracias a las becas D.C. Opportunity que ustedes aprobaron, más de 2,600 de los niños más pobres de la capital de nuestra nación han encontrado nueva esperanza en una escuela religiosa o privada de otro tipo. Lamentablemente, estas escuelas están desapareciendo a un ritmo alarmante en muchos de los barrios urbanos pobres de Estados Unidos. Por lo tanto, convocaré una cumbre en la Casa Blanca con el objetivo de reforzar estos vitales recursos de aprendizaje. Y para abrirles las puertas de estas escuelas a más niños, les he pedido su respaldo para un nuevo programa de $300 millones denominado Becas Pell para Niños (Pell Grants for Kids). Hemos visto que las becas Pell ayudan a los estudiantes universitarios de bajos ingresos a alcanzar su pleno potencial. Juntos, hemos aumentado las dimensiones y alcance de estas becas. Ahora apliquemos ese mismo espíritu a liberar a los niños pobres atrapados en escuelas públicas que no dan la talla. (Aplausos). Con respecto al comercio, debemos confiar que los trabajadores estadounidenses pueden competir con cualquiera en el mundo y darles el poder para abrir nuevos mercados en el extranjero. Hoy en día, nuestro crecimiento económico depende cada vez más de nuestra capacidad de vender productos y cultivos y servicios estadounidenses en todo el mundo. Por lo tanto, nos esforzamos por derrumbar las barreras al comercio y la inversión dondequiera que podamos. Nos esforzamos por una exitosa rueda de conversaciones comerciales en Doha y debemos llegar a un buen acuerdo este año. Al mismo tiempo, vamos en pos de oportunidades para abrir mercados nuevos al aprobar tratados de libre comercio. Le agradezco al Congreso por aprobar un buen acuerdo con Perú. Y ahora les pido que aprueben acuerdos con Colombia y Panamá y Corea del Sur. (Aplausos). Muchos productos de estas naciones ingresan ahora a Estados Unidos libres de impuestos, sin embargo, muchos de nuestros productos enfrentan altos aranceles en sus mercados. Estos acuerdos harán que las condiciones sean equitativas. Nos darán mayor acceso a casi 100 millones de clientes. Respaldarán puestos buenos para los mejores trabajadores del mundo: aquellos cuyos productos dicen "Made in the USA". (Aplausos). Estos acuerdos también promueven los intereses estratégicos de Estados Unidos. El primer acuerdo ante ustedes será el acuerdo con Colombia, un amigo de Estados Unidos que está haciéndole frente a la violencia y el terrorismo, y combatiendo a los narcotraficantes. Si no aprobamos este acuerdo, envalentonaremos a los propulsores del falso populismo en nuestro hemisferio. Por lo tanto, debemos unirnos, aprobar este acuerdo y mostrarles a nuestros vecinos en la región que la democracia lleva a una vida mejor. (Aplausos). El comercio produce mejores empleos y mejores opciones y mejores precios. Sin embargo, para algunos estadounidenses, el comercio puede significar perder un puesto, y el gobierno federal tiene la responsabilidad de ayudar. (Aplausos). Le pido al Congreso que reautorice y reforme la asistencia para ajustes ocupacionales, para que podamos ayudar a estos trabajadores desalojados a aprender aptitudes nuevas y encontrar empleos nuevos. (Aplausos). Para forjar un futuro de seguridad energética, debemos confiar en el talento innovador de los investigadores y empresarios estadounidenses, y darles el poder de promover una nueva generación de tecnología energética no contaminante. (Aplausos). Nuestra seguridad, nuestra prosperidad y nuestro medio ambiente requieren que reduzcamos nuestra dependencia del petróleo. El año pasado, les pedí que aprobaran legislación para reducir el consumo de petróleo durante la próxima década, y ustedes respondieron. Juntos deberíamos dar los próximos pasos: Financiemos nueva tecnología que pueda generar energía del carbón y a la vez capturar las emisiones de carbono. (Aplausos). Aumentemos el uso de tipos renovables de energía y energía nuclear libre de emisiones. (Aplausos). Continuemos invirtiendo en tecnología avanzada de baterías y combustibles renovables para los autos y camiones del futuro. (Aplausos). Creemos un nuevo fondo internacional para la tecnología no contaminante, que ayudará a los países en desarrollo como India y China a que hagan mayor uso de fuentes no contaminantes de energía. Y lleguemos a un acuerdo internacional que tenga el potencial de desacelerar, detener y, a fin de cuentas, revertir el aumento de los gases de invernadero. (Aplausos). Este acuerdo será eficaz sólo si incluye el compromiso de cada una de las principales economías y no le da a ninguna paso libre. (Aplausos). Estados Unidos está comprometido a reforzar nuestra seguridad energética y hacerle frente al cambio climático mundial. Y la mejor manera de cumplir con estos objetivos es que Estados Unidos continúe dirigiendo el camino hacia el desarrollo de tecnología no contaminante y más eficiente en el uso de energía. (Aplausos). Para mantener competitivo a Estados Unidos en el futuro, debemos confiar en las aptitudes de nuestros científicos e ingenieros, y darles el poder de ir en pos de las innovaciones del mañana. El año pasado, el Congreso aprobó legislación que respaldaba el Programa de Competitividad Estadounidense (American Competitiveness Initiative), pero nunca lo acompañó con fondos. Estos fondos son esenciales para mantener nuestra ventaja científica. Por lo tanto, le pido al Congreso que aumente al doble el apoyo federal para investigación crucial y básica en ciencias físicas y asegure que Estados Unidos siga siendo el país más dinámico de la Tierra. (Aplausos). Sobre temas de vida y ciencias, debemos confiar en el espíritu innovador de los investigadores médicos y darles el poder de descubrir nuevos tratamientos a la vez que se respetan límites morales. En noviembre, fuimos testigos de un logro histórico cuando científicos descubrieron una manera de reprogramar las células de la piel de adultos para que actúen como células madre de embriones. Este avance tiene el potencial de llevarnos más allá de los polémicos debates del pasado al extender las fronteras de la medicina sin la destrucción de la vida humana. (Aplausos). Por lo tanto, estamos aumentando los fondos para este tipo de investigación médica ética. Y al explorar posibilidades prometedoras de investigación, también debemos asegurarnos de que toda vida sea tratada con la dignidad que merece. Y por lo tanto, insto al Congreso a que apruebe legislación que prohíba las prácticas no éticas como comprar, vender, patentar o clonar vidas humanas. (Aplausos). Sobre asuntos de justicia, debemos confiar en la sabiduría de nuestros fundadores y darles poder a los jueces que comprenden que la Constitución significa lo que dice. (Aplausos). He presentado candidatos a juez que se regirán por el imperio de la ley, no al antojo del martillo. A muchos de estos candidatos los están demorando injustamente. Son dignos de confirmación, y el Senado debe darle a cada uno un pronto voto afirmativo o negativo. (Aplausos). En comunidades de todo nuestro territorio, debemos confiar en el buen corazón del pueblo estadounidense y darle el poder de ayudar a su prójimo necesitado. Durante los últimos siete años, más de nuestros conciudadanos han descubierto que la búsqueda de la felicidad nos lleva por el camino del servicio. Los estadounidenses se han ofrecido como voluntarios en cantidades récord. Las donaciones de caridad son más altas que nunca. Los grupos basados en la fe están llevando esperanza a lugares donde antes no la había, con nuevo respaldo del gobierno federal. Y para ayudar a garantizar el tratamiento equitativo de organizaciones basadas en la fe cuando compiten por fondos federales, les pido que prorroguen permanentemente Charitable Choice. (Aplausos). Esta noche, los ejércitos de la compasión continúan marchando hacia un nuevo día en la costa del Golfo. Estados Unidos rinde tributo a la fuerza y capacidad de recuperación de la gente de esa región. Reafirmamos nuestra promesa de ayudarlos a construir mejor y con más fuerza que antes. Y esta noche me complace anunciar que en abril presentaremos la Cumbre Norteamericana de Canadá, México y Estados Unidos de este año en la gran ciudad de Nueva Orleáns. (Aplausos). Hay otros dos desafíos urgentes que he mencionado repetidamente ante este organismo, y que este organismo ha dejado de abordar: gastos en programas de beneficios sociales e inmigración. Cada uno de los miembros en esta cámara sabe que el gasto en programas de beneficios sociales como el Seguro Social, Medicare y Medicaid está creciendo más rápido de lo que podemos pagar. Todos conocemos las difíciles decisiones que tenemos por delante si Estados Unidos continúa por este camino: aumentos masivos de impuestos, reducciones repentinas y drásticas de beneficios o déficit paralizante. He presentado propuestas para reformar estos programas. Ahora les pido a los miembros del Congreso que ofrezcan sus propuestas y ofrezcan una solución bipartita para salvar estos vitales programas de beneficios sociales a favor de nuestros hijos y nietos. (Aplausos.) El otro asunto urgente es inmigración. Estados Unidos necesita resguardar sus fronteras, y con su ayuda, mi gobierno está tomando medidas para hacerlo. Estamos aumentando los operativos para velar por el cumplimiento de la ley en los centros de trabajo, utilizando cercos y tecnología avanzada para detener los cruces ilegales. Hemos acabado eficientemente con la política de "capturar y liberar" en la frontera, y para fines de este año, habremos aumentado al doble el número de agentes de la Patrulla Fronteriza. Sin embargo, también es necesario que reconozcamos que nunca resguardaremos plenamente nuestra frontera hasta que creemos una manera legal para que los trabajadores extranjeros vengan aquí y apoyen nuestra economía. (Aplausos.) Esto disminuirá la presión en la frontera y permitirá que los agentes de la ley se concentren en las personas que quieren hacernos daño. Debemos también encontrar maneras sensatas y humanas de tratar con la gente que está aquí ilegalmente. La inmigración ilegal es complicada, pero se puede resolver. Y se debe resolver de manera que se respeten tanto nuestras leyes como nuestros más altos ideales. (Aplausos.) Éstos son los asuntos que nuestra nación tiene pendiente dentro del país. Sin embargo, forjar un futuro próspero para nuestros ciudadanos también depende de que les hagamos frente a nuestros enemigos en el extranjero y promovamos la libertad en las regiones del mundo aquejadas por problemas. Nuestra política exterior se basa en una premisa clara: Debemos confiar en que las personas, si se les da la oportunidad, optarán por un futuro de libertad y paz. En los últimos siete años, hemos sido testigos de momentos impresionantes en la historia de la libertad. Hemos visto a los ciudadanos de Georgia y Ucrania defender su derecho a elecciones libres e imparciales. Hemos visto al pueblo del Líbano volcarse a las calles para exigir su independencia. Hemos visto a los afganos surgir de la tiranía del Talibán y elegir a un nuevo presidente y un nuevo parlamento. Hemos visto a iraquíes jubilosos levantar dedos manchados de tinta y celebrar su libertad. Estas imágenes de libertad nos han inspirado. (Aplausos.) En los últimos siete años, también hemos visto imágenes que nos han conmovido. Hemos observado multitudes de dolientes en el Líbano y Pakistán cargando los ataúdes de líderes queridos, muertos por manos asesinas. Hemos visto invitados a una boda en atavíos empapados de sangre, saliendo conmocionados de un hotel en Jordania, afganos e iraquíes atacados con bombas en mezquitas y mercados, y trenes en Londres y Madrid despedazados por bombas. Un día de cielo despejado en septiembre, presenciamos cómo nos arrebataban a miles de nuestros conciudadanos en un instante. Estas horrorosas imágenes sirven de sombrío recordatorio: Hay quienes se oponen al avance de la libertad: terroristas y extremistas, hombres malvados que detestan la libertad, detestan a Estados Unidos y se proponen someter a millones a su dominio violento. El 11 de septiembre, emprendimos la lucha contra esos terroristas y extremistas. Permanecemos a la ofensiva, mantendremos la presión y llevaremos a nuestros enemigos ante la justicia. (Aplausos.) Estamos en el centro de la lucha ideológica que definirá al siglo XXI. Los terroristas se oponen a cada uno de los principios de humanidad y decencia que nosotros valoramos. Sin embargo, en esta guerra contra el terrorismo, hay algo en lo que nosotros y nuestros enemigos concordamos: A largo plazo, los hombres y mujeres con la libertad de decidir su propio destino rechazarán el terrorismo y se rehusaran a vivir bajo la tiranía. Y es por eso que los terroristas están luchando para negarle esta opción al pueblo en el Líbano, Iraq, Afganistán, Pakistán y los Territorios Palestinos. Y es por eso, por la seguridad de Estados Unidos y la paz en el mundo, que estamos propagando la esperanza de la libertad. (Aplausos.) En Afganistán, Estados Unidos, nuestros 25 aliados de la OTAN y 15 países asociados están ayudando al pueblo afgano a defender su libertad y reconstruir su país. Gracias a la valentía de este personal militar y civil, una nación que alguna vez fue un refugio para Al Qaida ahora es una joven democracia donde niños y niñas van a la escuela, se construyen carreteras y hospitales nuevos, y la gente mira hacia el futuro con renovada esperanza. Estos éxitos deben continuar, por lo que estamos agregando 3,200 infantes de Marina a nuestras fuerzas en Afganistán, donde lucharán contra los terroristas y entrenarán al ejército y la policía de Afganistán. Vencer al Talibán y Al Qaida es crucial para nuestra seguridad, y le doy las gracias al Congreso por apoyar la vital misión de Estados Unidos en Afganistán. (Aplausos.) En Iraq, terroristas y extremistas están luchando para negarle su libertad a un pueblo orgulloso, y esforzándose por establecer refugios para lanzar ataques contra el mundo. Hace un año, nuestros enemigos estaban teniendo éxito en sus esfuerzos por precipitar a Iraq al caos. Por lo tanto, analizamos nuestra estrategia y cambiamos de curso. Lanzamos un aumento de fuerzas estadounidenses en Iraq. Les dimos a nuestras tropas una misión: Trabajar con las fuerzas iraquíes para proteger al pueblo de Iraq, perseguir al enemigo en sus baluartes e impedir la formación de santuarios para terroristas en cualquier parte del país. El pueblo iraquí rápidamente se dio cuenta de que había sucedido algo drástico. Los que se preocupaban porque Estados Unidos estaba por abandonarlos vieron en vez a miles de tropas estadounidenses que aterrizaban en su país. Vieron a nuestras tropas trasladarse a los vecindarios, echar a los terroristas y permanecer allí para asegurarse de que el enemigo no regresara. Y vieron a nuestras tropas, junto con los Equipos de Reconstrucción Provincial, que incluyen a funcionarios del Foreign Service y otros funcionarios públicos muy aptos, entrar para asegurarse de que esa mayor seguridad fuera seguida de mejoras en su vida cotidiana. Nuestros militares y civiles en Iraq están actuando con valentía y distinción, y cuentan con la gratitud de toda nuestra nación. (Aplausos.) Los iraquíes lanzaron un escalamiento propio. En el otoño del 2006, líderes tribales suníes se cansaron de la crueldad de Al Qaida y comenzaron un levantamiento popular llamado "El despertar de Anbar". Durante el año pasado, movimientos similares han surgido en todo el país. Y hoy, se da un escalamiento de base que incluye a más de 80,000 ciudadanos iraquíes que están combatiendo a los terroristas. El gobierno de Bagdad también ofreció participar, añadiendo más de 100,000 nuevos soldados y policías iraquíes durante el año pasado. Aunque el enemigo aún es peligroso y queda trabajo por hacer, los aumentos de tropas estadounidenses e iraquíes han logrado resultados que pocos de nosotros podríamos haber imaginado hace apenas un año. (Aplausos.) Cuando nos congregamos el año pasado, muchos dijeron que era imposible contener la violencia. Un año más tarde, los ataques terroristas de notoriedad han disminuido, las muertes de civiles han disminuido, las matanzas sectarias han disminuido. Cuando nos congregamos el año pasado, extremistas de milicias, algunos de ellos armados y capacitados por Irán, causaban el caos en regiones extensas de Iraq. Un año más tarde, fuerzas de la coalición e iraquíes han eliminado o capturado a cientos de milicianos. E iraquíes de todos los orígenes se dan más y más cuenta de que vencer a estos milicianos es crucial para el futuro de su país. Cuando nos congregamos el año pasado, Al Qaida tenía santuarios en muchas regiones de Iraq, y sus líderes acababan de ofrecerles a las fuerzas estadounidenses una salida segura del país. Hoy, es Al Qaida la que busca una salida segura. Han sido expulsados de muchos de los baluartes que antes tenían, y durante el año pasado, hemos capturado o eliminado a miles de extremistas en Iraq, entre ellos cientos de líderes y agentes clave de Al Qaida. El mes pasado, Osama bin Laden publicó una grabación en la que criticaba severamente a los líderes tribales iraquíes que le han dado la espalda a Al Qaida y admitió que las tropas de la coalición en Iraq son cada vez más fuertes. Damas y caballeros, hay quienes niegan que el aumento de tropas está funcionando, pero entre los terroristas no cabe duda. Al Qaida está en retirada en Iraq, y el enemigo será vencido. (Aplausos.) Cuando nos congregamos el año pasado, nuestros niveles de tropas en Iraq estaban aumentando. Hoy en día, debido al progreso que acabo de describir, estamos implementando una política de "retorno tras éxitos", y las fuerzas adicionales que enviamos a Iraq están comenzando a regresar a casa. Este progreso es un tributo al valor de nuestras tropas y la inteligencia de sus comandantes. Esta noche, me dirijo directamente a nuestros hombres y mujeres en el frente. Soldados y marinos, aviadores, infantes de Marina y guardacostas: El año pasado, hicieron todo lo que les pedimos y más. Nuestra nación está agradecida por su valentía. Estamos orgullosos de sus logros. Y esta noche en este sagrado recinto, con el pueblo estadounidense como testigo, les hacemos una promesa solemne: En la lucha que queda por delante, contarán con todo lo que necesitan para proteger a nuestra nación. (Aplausos.) Y le pido al Congreso que cumpla con su responsabilidad hacia estos valientes hombres y mujeres financiando plenamente a nuestras tropas. (Aplausos.) Nuestros enemigos en Iraq han recibido golpes duros. Aún no se les ha vencido, y podemos esperar luchas reñidas en el futuro. Nuestro objetivo el próximo año es aumentar y aprovechar los logros que hemos alcanzado en el 2007, mientras hacemos la transición a la nueva fase de nuestra estrategia. Las tropas estadounidenses están pasando de dirigir operaciones a asociarse con las fuerzas iraquíes y, finalmente, a una misión de supervisión protectora. Como parte de esta transición, un equipo de combate de una brigada del Ejército y una unidad expedicionaria de la Infantería de Marina ya han regresado y no serán reemplazados. En los próximos meses, cuatro brigadas adicionales y dos batallones de la Infantería harán lo mismo. En conjunto, esto significa que más de 20,000 de nuestros soldados están regresando a casa. (Aplausos.) Cualquier reducción mayor de las tropas de Estados Unidos se basará en las condiciones en Iraq y las recomendaciones de nuestros comandantes. El general Petraeus ha advertido que una reducción demasiado rápida podría resultar en la "desintegración de las fuerzas de seguridad de Iraq, que Al Qaida en Iraq recupere territorio perdido, [y] un aumento marcado en la violencia". Miembros del Congreso: Tras llegar tan lejos y lograr tanto, no debemos permitir que esto suceda. (Aplausos.) El próximo año, trabajaremos con los líderes de Iraq mientras continúan el progreso que están haciendo hacia la reconciliación política. A nivel local, los suníes, chiítas y curdos están comenzando a unirse para reclamar sus comunidades y reconstruir su vida. El progreso en las provincias debe ir de la mano del progreso en Bagdad. (Aplausos.) Estamos viendo señales alentadoras. El gobierno nacional está compartiendo los ingresos del petróleo con las provincias. El parlamento recientemente aprobó una ley de pensiones y una reforma de desbaazificación. Ahora debaten una ley de poderes para las provincias. Los iraquíes aún tienen mucho camino por recorrer. Pero tras décadas de dictadura y el dolor de la violencia sectaria, se está dando la reconciliación, y el pueblo iraquí está tomando control de su futuro. (Aplausos.) La misión en Iraq ha sido difícil y penosa para nuestra nación. Pero es de vital interés para Estados Unidos que tengamos éxito. Un Iraq libre le negará refugio a Al Qaida. Un Iraq libre mostrará a millones en todo el Oriente Medio que es posible un futuro de libertad. Un Iraq libre será amigo de Estados Unidos, un socio para combatir el terrorismo y una fuente de estabilidad en una región peligrosa del mundo. En contraste, un fracaso en Iraq envalentonaría a los extremistas, fortalecería a Irán y daría a los terroristas una base desde la cual lanzar nuevos ataques contra nuestros amigos, nuestros aliados y nuestro territorio nacional. El enemigo ha dejado en claro sus intenciones. En momentos en que la coyuntura parecía favorecerles, el más alto comandante de Al Qaida en Iraq declaró que no descansarían hasta habernos atacado aquí en Washington. Conciudadanos: Nosotros tampoco descansaremos. No descansaremos hasta que este enemigo haya sido vencido. (Aplausos.) Debemos cumplir con la difícil labor hoy, para que dentro de unos años la gente mire atrás y diga que esta generación se puso a la altura de las circunstancias, prevaleció en una lucha difícil y dejó a su paso una región promisoria y un Estados Unidos más seguro. (Aplausos.) También nos oponemos a las fuerzas del extremismo en Tierra Santa, donde tenemos un nuevo motivo de esperanza. Los palestinos han elegido a un presidente que reconoce que hacerle frente al terrorismo es esencial para lograr un Estado donde su pueblo pueda vivir con dignidad y en paz con Israel. Los israelíes tienen líderes que reconocen que un Estado palestino pacífico y democrático será una fuente de seguridad perdurable. Este mes en Ramala y Jerusalén, les aseguré a líderes de ambas partes que Estados Unidos hará y yo haré, todo lo que podamos para lograr un acuerdo de paz que defina un Estado palestino para fin de año. Ha llegado la hora de una Tierra Santa donde un Israel democrático y una Palestina democrática vivan en paz uno al lado de la otra. (Aplausos.) También nos estamos oponiendo a las fuerzas del extremismo envalentonadas por el régimen de Teherán. Los gobernantes de Irán oprimen a un pueblo bueno y talentoso. Y dondequiera que la libertad avance en el Oriente Medio, parece que el régimen iraní está allí para oponerse a ella. Irán está financiando y entrenando a grupos de milicias en Iraq, apoyando a los terroristas de Jezbolá en el Líbano y respaldando los esfuerzos de Hamas para socavar la paz en Tierra Santa. Teherán también está desarrollando misiles balísticos de mayor alcance y continúa desarrollando su capacidad de enriquecer uranio, que podría usarse para crear un arma nuclear. Nuestro mensaje al pueblo de Irán es claro: No tenemos nada contra ustedes. Respetamos sus tradiciones y su historia. Esperamos con ansias el día en que obtengan su libertad. Nuestro mensaje a los líderes de Irán también es claro: Suspendan de forma verificable su enriquecimiento nuclear, para poder iniciar las negociaciones. Y para reincorporarse a la comunidad de naciones, digan la verdad sobre sus intenciones nucleares y actos pasados, acaben con la opresión dentro de su país, cesen de apoyar el terrorismo en el extranjero. Pero por encima de todo, tengan esto en mente: Estados Unidos se enfrentará a los que amenacen a nuestras tropas. Respaldaremos a nuestros aliados y defenderemos nuestros intereses vitales en el Golfo Pérsico. (Aplausos.) En el frente nacional, continuaremos tomando toda medida legal y eficaz para proteger a nuestro país. Ése es nuestro deber más sagrado. Estamos agradecidos de que no haya habido otro ataque contra nuestro territorio desde el 11 de septiembre. Esto no se debe a la ausencia de deseo o esfuerzo por parte del enemigo. En los últimos seis años, hemos detenido numerosos ataques, entre ellos un plan para estrellar un avión contra el edificio más alto de Los Ángeles y otro para hacer explotar aviones de pasajeros sobre el Atlántico camino a Estados Unidos. Hombres y mujeres dedicados en nuestro gobierno trabajan día y noche para evitar que los terroristas pongan en marcha sus planes. Estos buenos ciudadanos están salvando vidas estadounidenses, y todos en esta cámara debemos estar profundamente agradecidos con ellos. (Aplausos.) Y les debemos algo más: Les debemos las herramientas que necesitan para mantener seguro a nuestro pueblo. Y una de las herramientas más importantes que les podemos dar es la capacidad de vigilar las comunicaciones de los terroristas. Para proteger a Estados Unidos, necesitamos saber con quiénes están hablando los terroristas, qué están diciendo y qué están planeando. El año pasado, el Congreso aprobó legislación para ayudarnos a hacer eso. Desafortunadamente, el Congreso hizo que la legislación se venciera el 1º de febrero. Eso significa que si no toman medidas para el viernes, nuestra capacidad de permanecer al tanto de las amenazas terroristas se debilitaría y nuestros ciudadanos estarían en mayor peligro. El Congreso debe asegurarse de que no se interrumpa el flujo de inteligencia vital. El Congreso debe aprobar protecciones de responsabilidad legal a favor de las empresas que se considera que contribuyeron a los esfuerzos por defender a Estados Unidos. Tuvimos suficiente tiempo para debatir. Es hora de actuar. (Aplausos.) Proteger a nuestra nación de los peligros de un siglo nuevo requiere más datos buenos de inteligencia y tropas militares fuertes. También requiere que cambiemos las condiciones que alimentan el resentimiento y permiten que los extremistas se aprovechen de la desesperación. Por lo tanto, Estados Unidos está usando su influencia para desarrollar un mundo más libre, más optimista y más compasivo. Esto es un reflejo de nuestros intereses nacionales; es el llamado de nuestra conciencia. Estados Unidos se opone al genocidio en Sudán. (Aplausos.) Apoyamos la libertad en países como Cuba, Zimbabwe, Belarús y Birmania. (Aplausos.) Estados Unidos está liderando la lucha contra la pobreza mundial, con sólidos programas educativos y asistencia humanitaria. También hemos cambiado la manera en que prestamos ayuda al lanzar la Cuenta del Desafío del Milenio (Millennium Challenge Account). Este programa refuerza la democracia, transparencia y el imperio de la ley en países en desarrollo, y les pido que financien plenamente este importante programa. (Aplausos.) Estados Unidos está liderando la lucha contra el hambre en el mundo. Hoy, más de la mitad de la ayuda alimentaria del mundo proviene de Estados Unidos. Esta noche, le pido al Congreso que apoye una propuesta innovadora de prestar ayuda alimentaria al comprar cultivos directamente de los agricultores del mundo en desarrollo, para que podamos desarrollar su agricultura local y romper el ciclo de hambruna. (Aplausos.) Estados Unidos está liderando la lucha contra las enfermedades. Con su ayuda, nos esforzamos por reducir a la mitad el número de muertes relacionadas con la malaria en 15 países de África. Y nuestro Plan de Emergencia para la Mitigación del SIDA (Emergency Plan for AIDS Relief) está ofreciendo tratamiento a 1.4 millones de personas. Podemos llevar curas y esperanza a muchos más. Por lo que les pido que mantengan los principios que han cambiado la conducta y han hecho de este programa un éxito. Y les pido que aumenten al doble nuestra inversión inicial para combatir el VIH/SIDA aprobando $30,000 millones adicionales durante los próximos cinco años. (Aplausos.) Estados Unidos es una fuerza a favor de la esperanza en el mundo porque somos un pueblo compasivo, y algunos de los estadounidenses más compasivos son los que se han ofrecido a protegernos. Debemos conservar la fe de todos aquellos que arriesgaron la vida para que podamos vivir en libertad y paz. Durante los últimos siete años, hemos aumentado en más de 95 por ciento los fondos a los veteranos. Y al aumentar los fondos. (aplausos.) Y al aumentar los fondos también debemos reformar nuestro sistema de [asistencia a] veteranos para atender las necesidades de una nueva guerra y una nueva generación. (Aplausos.) Insto al Congreso a que promulgue las reformas recomendadas por el senador Bob Dole y la secretaria Donna Shalala, para que podamos mejorar el sistema de atención a favor de los combatientes heridos y ayudarlos a forjar vidas de esperanza y promesa y dignidad. (Aplausos.) Nuestras familias militares también se sacrifican por Estados Unidos. Sobrellevan noches de desvelo y la lucha diaria de velar por sus hijos mientras un ser querido está sirviendo lejos de casa. Tenemos la responsabilidad de velar por ellos. Por lo que les pido que se me unan para ampliar su acceso a guarderías, crear nuevas preferencias de contratación para cónyuges militares en todo el gobierno federal y permitir que nuestros soldados transfieran a sus cónyuges o hijos los beneficios de educación que no utilicen. (Aplausos.) Nuestras familias militares prestan servicios a nuestra nación, inspiran a nuestra nación, y esta noche nuestra nación les rinde tributo. (Aplausos.) La fuerza. el secreto de nuestra fuerza, el milagro de Estados Unidos, es que nuestra grandeza no radica en nuestro gobierno, sino en el espíritu y la determinación de nuestro pueblo. (Aplausos.) Cuando la Convención Federal se congregó en Filadelfia en 1787, nuestra nación estaba regida por los Artículos de la Confederación, que comenzaban con las palabras, "Nosotros los delegados suscritos". Cuando se le pidió al gobernador Morris que redactara un preámbulo a nuestra nueva Constitución, ofreció un importante cambio y lo inició con las palabras que cambiarían el curso de nuestra nación y la historia del mundo: "Nosotros, el pueblo". Al confiar en el pueblo, nuestros fundadores apostaron a que se podría construir una gran y noble nación en base a la libertad que radica en el corazón de todos los hombres y mujeres. Al confiar en el pueblo, las generaciones posteriores transformaron nuestra frágil y joven democracia en el país más poderoso de la Tierra y en un modelo de esperanza para millones. Y mientras continuemos confiando en el pueblo, nuestra nación prosperará, nuestra libertad estará segura y el estado de nuestra nación permanecerá sólido. (Aplausos.) Por lo tanto, esta noche, con confianza en el poder de la libertad y confianza en el pueblo, dediquémonos a encargarnos de los asuntos que atañen al pueblo. Que Dios bendiga a Estados Unidos. (Aplausos.)
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