30 abril 2006

Chile como modelo por Alain Touraine

para regresar a Ciberamérica

artículo publicado originalmente en El País, 28/04/2006;
Versión vía Google News

La elección de Michelle Bachelet para la presidencia de Chile ha suscitado reacciones tan entusiastas que es preciso buscar, más allá de los hechos y las personalidades, unas explicaciones que puedan iluminar la situación de otros países, y no sólo en Latinoamérica.

En primer lugar, no se puede separar el nombre de Michelle Bachelet del de Ricardo Lagos, presidente durante los seis últimos años, aclamado al final de su mandato con gritos de "2010" -las próximas elecciones presidenciales- y que conserva una popularidad de más del 70%. Michelle Bachelet era prácticamente desconocida cuando lanzó su candidatura dentro del Partido Socialista, pero desde su elección es, en este país cuya seguridad en sí mismo sale fortalecida de la presidencia anterior, la imagen de una mujer y ciudadana que se ha impuesto a una clase política desgastada. A muchos les ha fascinado su capacidad de hablar y actuar sobre todos los problemas importantes con un vigor que demuestra su identificación con las esperanzas de la gente.

Es evidente que el tema de la llegada al poder de las mujeres que habían ocupado puestos destacados en la campaña ha tenido más importancia de la que se preveía. Sobre todo porque se ha apresurado a aplicar el principio de paridad a su nuevo Gobierno, e incluso lo ha introducido en los niveles superiores de la administración. Pero las mujeres tienen aquí un significado que no se reduce a ellas mismas: son la seña de identidad que asume una población cuyas preocupaciones más directas y más privadas han invadido el ámbito público. Se trata de un fenómeno imprevisto. La victoria de Bachelet y la presencia de los temas femeninos han supuesto un cambio radical de las relaciones entre la población y el sistema político. ¿Pero no es la crisis de dichas relaciones y, por consiguiente, la de la democracia representativa, uno de los grandes problemas de las democracias actuales?

El hecho de que su victoria de Bachelet tenga un carácter tan personal inquieta a los dirigentes políticos, temerosos de que esta relación directa entre la presidencia y el pueblo vaya en detrimento de los partidos. Pero los más inteligentes saben perfectamente que son los propios partidos políticos los que se han debilitado a sí mismos y necesitan una renovación que la nueva presidenta podrá facilitar.

Hay que profundizar más en el análisis y observar la nueva presidencia sin separarla de la que le precedió, la de Ricardo Lagos. Chile estaba más convencido que ningún otro país de que existía una contradicción invencible entre las exigencias de la economía y las necesidades de la justicia social. Todavía estaba viva, como en otros muchos países, la tesis de los partidarios más radicales de la teoría de la dependencia: la globalización económica hace aún más difícil la introducción de reformas sociales en el ámbito nacional. Es una idea que, como en otros lugares, produjo cierta impotencia. Había que hacer desaparecer la conciencia de esta contradicción para que volviera a ser posible emprender acciones de reforma.

El mérito inmenso de Ricardo Lagos fue el de dirigir la economía de su país -que siempre ha sido una economía abierta- en el contexto mundial actual, y, al mismo tiempo, impulsar constantemente proyectos de reforma social, visibles especialmente en la desaparición de la indigencia y la reducción de la pobreza a la mitad, lo cual demuestra que se equivocan quienes piensan que no se puede hacer nada, que no es posible llevar a cabo ninguna reforma en una economía globalizada. Tras la caída de Pinochet y el regreso de la democracia, Chile se había quedado paralizado por el miedo a que unas medidas demasiado radicales empujasen a una parte del centro, sobre todo de la democracia cristiana, hacia los partidarios del dictador.

Durante muchos años, Chile se encerró en un silencio voluntario, un olvido que molestaba a numerosos amigos del país, porque estaba en el aire el peligro de volver al enfrentamiento directo entre una dictadura siempre dispuesta a retomar el poder y una oposición siempre propensa a las formas más extremas de acción. Fue Ricardo Lagos quien debilitó este conflicto y logró acostumbrar a sus conciudadanos a que se podían desear reformas sin poner en tela de juicio un sistema económico mundial que depende tan poco de Chile como de otros países pequeños y medianos. De pronto, la elección de Michelle Bachelet, precedida por las valientes declaraciones del nuevo jefe del Ejército, ha borrado este periodo de autocensura y miedo a las reformas.

Podemos confiar en que, a partir de ahora, la opinión pública internacional que seguía asociando Chile con el nombre de Pinochet se dé cuenta de que este país se ha deshecho de sus demonios y sus temores. El llamativo contraste entre la voz omnipresente de los desaparecidos argentinos y el silencio que existía a propósito de las víctimas chilenas lo había roto ya Ricardo Lagos al anunciar la apertura de expedientes individuales para cada una de esas víctimas. Es de esperar que ahora se abran rápidamente los archivos que aún no son públicos y que todos los ciudadanos de este país recobren la memoria.

La situación económica, que era mala al comenzar la presidencia de Ricardo Lagos, ha experimentado una rápida mejoría, como el resto del continente. Tanto Chile como sus vecinos disponen ya de medios importantes para emprender reformas sociales. Puede parecer casi obvio que los objetivos económicos y los objetivos sociales no son totalmente contradictorios y que, por consiguiente, puede haber políticas sociales que vayan de la mano de la entrada en la economía mundial. Pero a la mayoría de la gente no le parece tan evidente, ni en Chile ni en otros países como, por ejemplo, Francia, donde los partidarios del no en el referéndum sobre Europa se movilizaron por la idea de que la economía de mercado es incompatible con la justicia social. Este tipo de opiniones se ven en muchos países, y contribuyen a dar una interpretación más ideológica que realista de la globalización. Por eso, el éxito del Chile de Ricardo Lagos, que logró superar esas contradicciones, reabrir la vida política y hacer posibles las reformas, debería reconocerse en todas partes como un acontecimiento de importancia fundamental.

Ya habíamos visto que el Brasil de Lula daba prioridad al respeto a las instituciones y se había colocado dentro del sistema económico mundial, pero, al mismo tiempo, nos había decepcionado la falta de grandes proyectos sociales en un régimen del que se esperaba una gran movilización popular. La evolución de Chile parece encaminada hacia un equilibrio mucho mejor entre la búsqueda de la eficacia y de un lugar cada vez más importante en el comercio mundial, con reformas sociales. Entre las anunciadas, las principales son: la reforma de las pensiones, la gratuidad de la asistencia médica para los mayores de 60 años, la reforma de la educación y, sobre todo, la preescolar y la reforma de la ley electoral. Es decir, el país se encuentra en un proceso acelerado de reformas, y ello aumenta las expectativas de la población y, al mismo tiempo, su confianza en la presidenta.

Estas reformas se emprenden en una situación en la que el crecimiento se ha recuperado en todo el continente. Hay importantes superávits presupuestarios en Chile, Argentina y Brasil, y la capacidad de presión de Estados Unidos ha disminuido enormemente como consecuencia de la guerra de Irak, que ha minado la posición moral del Gobierno de Bush. Es decir, todas las circunstancias son propicias para el éxito de un país que ya ha logrado la victoria más importante al superar un enfrentamiento entre extremos que lo tenía paralizado y recuperar la confianza en sí mismo, sin la que no es posible emprender ningún tipo de reforma. Esa confianza renovada y esa liberación de sus propios demonios se transparentan en el júbilo y la emoción con que la gente ha recibido cada gesto de una presidenta que parece pertenecer aún a la "sociedad civil", pese a ocupar ya la cúspide del Estado. Habrá numerosos obstáculos en el camino de la nueva presidenta, pero no habrá marcha atrás.

La caída del muro de Berlín y el sistema soviético no terminó con el pensamiento bipolarizado, que provoca todavía una parálisis demasiado grande porque impide cualquier alianza, cualquier compromiso, cualquier reforma, y sólo combina declaraciones totalmente radicales con políticas inmóviles. Por eso lo que acaba de suceder en Chile tiene una importancia no sólo continental, sino mundial, y la comunidad internacional tiene que aplaudir la extraordinaria recuperación de Chile llevada a cabo por Ricardo Lagos. Es esa recuperación, esa auténtica liberación, la que explica hoy que Michelle Bachelet, víctima de la dictadura e hija de un general fusilado por el Ejército, pueda ponerse a la cabeza de un país reconciliado, aunque la lucha política siga viva, un país en el que las Fuerzas Armadas, de acuerdo con el general Cheyre, han reconocido su sometimiento al poder político legalmente constituido.

Alain Touraine es sociólogo y director del Instituto de Estudios Superiores de París. Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.

08 abril 2006

METODOLOGÍA Y PUNTAJES POR CATEGORÍAS del RANKING E-READINESS de THE ECONOMIST

Para regresar a Ciberamérica, haga clic aquí.

Traducción libre, Ciberamérica. ( a partir de anexo a ranking versión 2004).

El ranking se alimenta de cerca de 100 criterios cuantitativos y cualitativos, organizados en 6 categorías. La mayor parte de la información proviene de la Unidad de Inteligencia de The Economist y de Pyramid Research. Los criterios cualitativos son medidos por una extensa red de expertos país cuyas mediciones son revisadas por los mejores economistas de la unidad.

Las seis categorías son:

1. CONECTIVIDAD E INFRAESTRUCTURA TECNOLÓGICA
Peso en el puntaje general: 25%

Descripción: La conectividad mide el acceso que tienen los individuos y las empresas a los servicios de telefonía fija y móvil, a computadores personales e Internet. También son determinantes la accesibilidad (precios), la calidad y confiabilidad de los servicios – todas funciones del nivel de competitividad del mercado de telecomunicaciones. Así también la seguridad de los contenidos proporcionados y de las transacciones vía Internet. Este año, el desarrollo de banda ancha a ha sido incorporado a la categoría, reemplazando el criterio que medía las tasas de arriendo de telecom como una proporción del ingreso disponible.

(8)Criterios de la Categoría:
• Penetración de líneas fijas
• Penetración de banda ancha
• Penetración de teléfono móvil
• Penetración Internet
• Penetración de PC
• Nivel de competitividad en la industria de tele-comunicaciones
• Calidad de las conexiones Internet
• Seguridad de la infraestructura de telecomunicaciones
2.
3. ENTORNO DE NEGOCIOS
Peso en el puntaje general: 20%

Descripción: al evaluar el clima general de negocios, la Unidad de Inteligencia examina 70 indicadores que cubren criterios como la fortaleza de la economía, la estabilidad política, el entorno de regulación, tributario, política de competitividad, el mercado laboral, la calidad de la infraestructura y la apertura al comercio y las inversiones. El ranking resultante mide la atractividad esperada del entorno de negocios durante los próximos 5 años (2003-2007)

4. ADOPCIÓN DE CONSUMIDORES Y DE NEGOCIOS
Peso en el puntaje general: 20%

Descripción: El ranking e-readiness mide cuan prevalente son las prácticas de negocios en cada país. ¿Qué fracción de comercio detallista es realizada en línea? ¿En qué medida es utilizada Internet para automatizar los procedimientos de negocio tradicionales? Y ¿Cómo son apoyadas las empresas en este esfuerzo por el desarrollo de sistemas de logística y de pagos en línea?

Criterios de la categoría: Gasto del Estado en Tecnologías de Información como proporción del PGB; nivel de desarrollo de los negocios electrónicos (e-business); grado de comercio en línea; calidad de sistemas de logística y de distribución; disponibilidad de finanzas corporativas.


5. ENTORNO LEGAL Y DE POLÍTICAS
Peso en el puntaje general: 15%
Descripción: El desarrollo de los negocios en línea (e-business) depende del marco legal general del país y de leyes específicas que gobiernan el uso de Internet. ¿Cuan fácil es registrar una nueva empresa? Y ¿Cuan sólida es la protección de la propiedad privada, en particular la propiedad intelectual, que puede fácilmente caer victima de la piratería de la era digital? Gobiernos que apoyan la creación de un entorno conductivo a la Internet a través de medidas y su aplicación – obtienen altos puntajes. Aquellos mas ocupados en censurar contenidos y controlar la Web obtienen puntajes más bajos.

Criterios de la categoría: Entorno político general; políticas dirigidas a la propiedad privada; visión del gobierno respecto de los avances de la era digital; apoyo financiero del gobierno para los proyectos de infraestructura de Internet; Efectividad del marco legal tradicional; leyes que cubren la Internet; nivel de la censura; facilidad para registrar nuevas empresas.

6. ENTORNO SOCIAL Y CULTURAL
Peso en el puntaje general: 15%
Descripción: Alfabetización y educación básica son precondiciones para ser capaz de navegar en la Web. Además, los rankings consideran la “alfabetización digital” – su experiencia en el uso de Internet y su receptividad a ella – y las destrezas técnicas de la fuerza laboral. Y porque el negocio Internet conlleva riesgos, el ranking mide la propensión nacional a la innovación en negocios y el emprendimiento.

Criterios de la categoría: Nivel de educación y de alfabetización; nivel de alfabetización digital; grado de emprendimiento; Destrezas técnicas de la fuerza laboral.


7. APOYO A SERVICIOS EN LÍNEA
Peso en el puntaje general: 5%

Descripción: Ningún negocio o industria puede funcionar sin intermediarios y servicios secundarios que lo apoyen. Para los e-business, esto incluye consultorías y servicios de TI, y soluciones de trastienda (backoffice solutions) Los rankings también toman en cuenta si es que hay estándares consistentes de tecnologías a lo largo de la industria para plataformas y lenguajes de programación.

Criterios de la categoría: Disponibilidad de consultorías de e-business y de servicios de soporte técnico; disponibilidad de soporte de trastienda; estándares a lo largo de la industria para plataformas y lenguajes de programación.