LA TERCERA, editorial, 09/12/2010.-
TRAS UN semestre de crecimiento superior al 5%, el Imacec registró en octubre un alza de 4,8%. La cifra decepcionó a los mercados, que esperaban un punto porcentual más. No sólo los bajos rendimientos de la industria y la minería, junto a la existencia de un día hábil menos que en octubre de 2009, ayudan a explicar este resultado. Ciertos componentes del gasto, en particular los vinculados a la inversión, también muestran una fuerte desaceleración en el margen. La inversión productiva, fuertemente golpeada en 2009, rápidamente recuperó lo perdido en un escenario externo favorable. Lo anterior llevó a un excesivo optimismo por parte de analistas y autoridades que anticipaban que el repunte económico se prolongaría hacia 2011.
Aunque no es posible concluir que se esté marcando una tendencia hacia la baja, el hecho de que las bases de comparación comiencen a ser más altas a partir de noviembre permite suponer que el ritmo de crecimiento puede moderarse. La economía se ha visto beneficiada por la recuperación poscrisis subprime -brevemente interrumpida por el terremoto-, el alto precio del cobre y un ambiente de expectativas positivas, todo lo cual ha redundado en la caída del desempleo.
Para seguir avanzando, es importante que las autoridades impulsen reformas. La flexibilidad laboral, la revisión del sistema de indemnizaciones por años de servicio y una reconsideración del nivel del salario mínimo son tareas pendientes, así como la reducción del gasto fiscal y del peso del Estado en la economía y la disminución de los costos de la electricidad a través de la incorporación de nuevas centrales y fuentes energéticas.
En momentos en que el panorama internacional muestra algunos signos preocupantes en Europa y EEUU, es importante que Chile robustezca los fundamentos de su economía y aproveche las oportunidades que se le presentan.
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